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El senador Eduardo Petta ya no representa a nadie, desde el punto de vista electoral. Llegó al Congreso con respaldo del Partido Encuentro Nacional (PEN), nucleación a la que ya no representa ahora. Ya en el Parlamento, desempolvó su afiliación al Partido Colorado, pero del mismo fue expulsado. Ahora solo representa a la tilinguería y a su ambición personal.
ASUNCIÓN.- Las actuaciones del “seudo” representante del pueblo en el Parlamento, Eduardo Petta San Martín, son cada vez más sorprendentes y absurdas. Además, ya pasa a ser el personaje más impresentable, a tal punto que ningún partido político ya lo quiere en sus filas.
El Encuentro Nacional ya le retiró su apoyo y del Partido Colorado fue expulsado, por lo que ahora y con su comportamiento solo representa a la tilinguería. Así lo califican muchas personas en las redes sociales, especialmente después de aquella payasada que hizo, de dormir en el Congreso, supuestamente para impedir la presentación del pedido de la enmienda.
Hay que recordar que esa vez, la radialista Milva Gauto preguntó si el Congreso era el Instituto de Previsión Social (IPS), “y la enmienda estaba en terapia y los parientes dormían en el piso y tomaban mate”, manifestó refiriéndose a Petta.
También fue duramente criticado cuando llevó un peluche para ofrecerle al ministro de Obras, cuando el tema en tratamiento es serio. Luego tuvo que pedir disculpas.
Y en este momento, pese a no representar a nadie, éste senador es el más requerido por la prensa amiga. Petta tiene un funesto antecedente, porque fue destituido de la Fiscalía de Encarnación y rajado de Caazapá, donde supuestamente era asesor de la Gobernación.
Pese a su pasado y de no tener ninguna representatividad, los medios de comunicación le dan entidad, por ser funcional a los intereses de los dueños.
Petta es muy ambicioso cuando se trata de intereses personales y posiblemente a muchos convence con a sus “hermosas” perspectivas y promesas.
En los últimos tiempos llamó poderosamente la atención, el mayúsculo interés de Petta en la aprobación de su proyecto de Ley “General de Transito y Seguridad Vial”. Ahí estaría su “gran negocio” y se estaría hablando de bicoca, sino nada menos que de 50 millones de dólares.
Si el senador Petta se posiciona en la Agencia Nacional de Tránsito de Seguridad Vial, porque ese sería su objetivo, se encargaría del sistema de instalación de radares en todas las rutas del país. Y ese proyecto es el que sería cotizado en 50 millones de dólares.
La ciudadanía, excepto varios medios de prensa, ya sabe cómo es éste personaje y de ahí que llueven las críticas al mismo, por lo menos en las páginas digitales. El abogado Juan Marcelo Cuenca, manifestó: “Aseguraron que Petta nos representa de esta manera. Payaseando llegó al Senado y para quedarse seguirá haciendo lo mismo”.
“La nueva moda de los senadores patriotas. Todo sea por el zoquete”, refirió Diana Melise Decoud. “Cada pelotudo a cuadros que llega al Parlamento”, subrayó el también abogado Daniel Samudio.
