ADN Digital
Artículos relacionados
ASUNCIÓN.- Según el senador liberal Miguel Abdón “Tito” Saguier, el presidente Horacio Cartes no puede asumir como senador activo sino vitalicio por estar inhabilitado por la Constitución Nacional, a pesar de que en el artículo respectivo no figura dicha inhabilitación. No mantuvo la misma postura cuando el que se postuló y juró como miembro de la Cámara Alta fue Fernando Lugo.
En el caso de la posible senaduría activa para Cartes, “Tito” dijo que es imposible porque entre las inhabilidades previstas en la Constitución figura el presidente de la República, lo que no es cierto tal como se nota en el artículo 197.
Además, planteó la confusa alternativa de que, en el caso de postularse al Senado, Cartes debiera asumir el 1 de julio siendo que recién el 15 de agosto entregaría la Presidencia, dándose la absurda situación de que durante 1 mes y medio sería senador y presidente a la vez. Esto es totalmente ridículo, puesto que resulta obvio que para asumir en el Senado, Cartes renunciará a la Presidencia de la República, así que no vale la pena ni explicar que esa duplicación de cargos no se daría nunca.
Para colmo, Saguier critica ahora lo que no le importó en el 2013, cuando el expresidente Fernando Lugo asumió como senador por el Frente Guasu. El argumento que utilizan algunos políticos es que –al haber sido separado del cargo- el líder del FG no tenía derecho a la senaduría vitalicia, por lo que no hubo problema en que asumiera como senador activo.
La cuestión es exactamente contraria. Al ser separado del cargo por un juicio político, acusado por mal desempeño en sus funciones, ¡Lugo ni siquiera tenía derecho a ser senador vitalicio! Mal podría entonces estar en condiciones de asumir una banca activa en la Cámara Alta, con tan nefasto antecedente.
Lo cierto es que la Constitución Nacional no habla de que un expresidente de la República sea inhábil o incompatible para acceder al Senado. La posibilidad del vitaliciado está allí, pero no significa una traba para las aspiraciones de alguien que se niega a morir políticamente.
