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Ya no hay pretextos para continuar con una crisis cuya principal excusa desapareció. Quienes se oponían a que Horacio Cartes pudiera apostar a la reelección ya no tienen argumentos para continuar con su obcecada e intransigente postura. Así que es tiempo de remangarse y trabajar por reencauzar la institucionalidad de la República, olvidada en los últimos meses.
ASUNCIÓN.- Fue Cartes el que destrabó la crisis al renunciar a su postulación para el período 2018-23, porque la posibilidad de tener que competir con él en las internas de este año o las generales del próximo fue la causa de todo el ambiente violento que se generó cuando disidentes y sectores de la oposición se dieron cuenta de que no podrían evitar que la enmienda fuera aprobada.
Esto va mucho más atrás del 31 de marzo pasado. Ya desde los últimos meses del año pasado, ni bien se empezó a hablar seriamente de la reelección vía enmienda, y cuando renombrados juristas nacionales y extranjeros explicaron que la figura era constitucional, senadores del “grupete” –que en ese momento aún tenían mayoría en la cámara- empezaron una campaña de amedrentamiento que lo único que hizo fue paralizar a las instituciones, postergando temas fundamentales y convenientes para la ciudadanía.
Aunque el gobierno siguió trabajando poniendo en marcha sus planes en diversas áreas, otras instituciones quedaron a la expectativa de lo que pudiera ocurrir con la enmienda. El caso más emblemático es el del Senado, que lleva más de 3 años sin sesionar por falta de quórum -porque ahora, el “grupete” ya perdió la mayoría-. En otros casos, las postergaciones llevan ya varios meses.
Ya pasó. Ya se acabaron las excusas para seguir postergando los grandes temas nacionales y ahora se necesita remangarse y estirar todos juntos el carro del país, el único que debería importar a todos, sin distinción de colores ni ideologías.
Ni Mario Abdo Benítez en las internas coloradas, ni Efraín Alegre en las generales, tendrán a Cartes como rival, así que las ilusiones de ambos de llegar a la Presidencia de la República renacieron de manera instantánea, ni bien el jefe de Estado hizo conocer su decisión.
Se acabó el recreo, señores. Pónganse a trabajar en serio por el país si quieren tener alguna chance. Así es como se gana elecciones, y no tiroteando en contra del rival que tiene más posibilidad.
