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El diario de Aldo Zuccolillo continúa su abierta campaña en contra de la institucionalidad y a favor de la violencia y el descontrol. Mientras acusa al presidente Horacio Cartes y a los sectores que apoyan la enmienda de estar decididos a matar, lo que hace es soliviantar los ánimos buscando que se produzcan nuevos enfrentamientos y, de ser posible, alguna otra muerte.

ASUNCIÓN.- Durante meses, disidentes y sectores de la oposición, con la abierta complicidad de los medios de Zuccolillo y Antonio J. Vierci, alentaron la violencia, convocando a la ciudadanía a resistir por cualquier medio la posibilidad de que la reelección vía enmienda pudiera ser aprobada por las cámaras del Congreso.

No es nada nuevo que ABC editorialice su prédica de muerte, intentando convencer a la gente que su objetivo es el interés común y no el de su dueño, quien no quiere que Horacio Cartes tenga posibilidad de volver a postularse a la Presidencia de la República, simplemente porque le cortó el chorro y le hizo perder pingues negocios.

Pero cualquiera pensaría que en un momento en el que la crispación ha llegado a límites demasiado peligrosos, luego del ataque al Congreso y el asesinato de Rodrigo Quintana, habrían primado el sentido común y la mesura. Lamentablemente no ocurrió así. El diario endureció aún más su postura y afianzó su intolerancia ante los sectores que apoyan la enmienda.

Alentó y aplaudió la violencia del viernes 31 y desde entonces sigue convocando a lo que llama “resistencia ciudadana”, al igual que los medios que pertenecen a Antonio J. Vierci. Resulta demás decir que ninguno de los 2 empresarios ha asomado la nariz en la plaza. Ni ellos ni sus familias piensan correr el menor riesgo posible y ni lo necesitan, si para ello tienen a toda la gente honesta, comprometida y valiente como carne de cañón.

El editorial de ayer nuevamente miente de manera descarada. Asegura que “el presidente Cartes ordenó inclusive la salida de militares a las calles, en una medida tan inconstitucional como su enfermiza ambición de ‘rekutu’”. No hay nada más falso. Ni en esta crisis ni en ninguna situación anterior, durante este gobierno, los militares salieron a las calles ni formaron parte de algún conflicto interno. Esto obedece nada más a la prédica de muerte a la que está dedicada el matutino de Zuccolillo.