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ASUNCIÓN. El responsable de presentar la acusación contra el liberal Carlos Portillo fue su compueblano Ramón Romero Roa, colorado, quien insistió con que aunque no es fácil juzgar a un colega, hay que hacerlo porque el cuestionado es reiterativo y que “se basó en la buena fe de los compañeros miembros de la cámara para seguir con la misma conducta perversa”.
“La pérdida de investidura es un juicio de responsabilidad política. En este caso en particular, podríamos hacer la vista gorda, cruzar los brazos y dejar que se debata en los medios de prensa una conducta perversa de uno de nuestros compañeros miembros de la cámara. La responsabilidad política debilitaría la institucionalidad de una parte del Poder Legislativo. Tenemos, desde el punto de vista ético y moral que aclarar una conducta; nadie tiene el derecho de hacer uso y abuso del poder que tiene o ir más allá de la competencia que tiene. Nuestra tarea es legislar, controlar el ejercicio de los otros poderes del Estado, porque así establece la Constitución; Independencia e interrelación por un recíproco control”, fundamentó Romero Roa.
Añadió que “no es muy halagador presentar la pérdida de investidura de un colega y le pido disculpas a los compañeros por exponerlos a esta situación porque no ha de ser muy gratificante participar de una sesión donde uno va a tener que definir la defensa o exclusión de uno de sus miembros, pero la responsabilidad de la función nos exige. Más allá del sentimiento o la buena relación que uno pueda mantener en la cámara, que se pueda asumir las responsabilidades institucionales porque eso nos va a fortalecer”.
“El caso de Carlos Portillo es una cuestión reiterativa. En el 2017 aparece en conversaciones sobre pagos a 2 miembros del tribunal de Alto Paraná. Eso no ha sido un invento de la prensa, porque de eso se derivó también la apertura de un proceso judicial que está por definirse. En esa ocasión pidió coima a una contadora a cambio de una resolución favorable. Lo que fue recogido por el Ministerio Público y está por concluir. El colega ya fue imputado por el presunto hecho punible de tráfico de influencia”, manifestó.
Los únicos hasta ahora que intentaron evitar la pérdida de investidura de Portillo fueron el efranista Rodrigo Blanco y la abdista Jazmín Narváez, quienes aseguraron que la cámara no tiene derecho a juzgar a sus miembros. Sin embargo, el juicio continúa en este momento y se dará tiempo hasta las 14 a Portillo para ejercer su derecho a la defensa.
