WASHINGTON.- El presidente estadounidense, Donald Trump, trató de acallar las críticas por su respuesta a los disturbios la víspera durante un enfrentamiento entre la extrema derecha y antirracistas, que terminó con una mujer muerta.
Voces de todos los sectores -incluido el Partido Republicano- reprobaron que el mandatario condenara la violencia de ambas partes, en lugar de censurar directamente a los supremacistas blancos y neonazis que marcharon por la ciudad de Charlottesville, en Virgina (noreste).
La Casa Blanca tuvo que salir al paso para aclarar las palabras de Trump. “El presidente dijo de la forma más enérgica en sus declaraciones de ayer [sábado] que condena todas las formas de violencia, fanatismo y odio. Esto incluye evidentemente a supremacistas blancos, neonazis, el KKK y todo tipo de grupos extremistas”, señaló un portavoz en un comunicado.