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ASUNCIÓN.- La fiscal Liliana Zayas acusó a Roden Antonio Leiva Espínola (36) y Derlis Vicente Vázquez (38), quienes se encuentran procesados por la comisión del hecho punible de tortura. La representante del Ministerio Público solicitó al juez penal de Garantía que la causa sea elevada a juicio oral y público.
Como antecedente se tiene que durante los años 2014 – 2015 y hasta setiembre de 2016 en el Centro Educativo El Sembrador de Villarrica, Leiva Espínola, director y Vázquez, jefe de Seguridad infringieron supuestamente sufrimientos físicos y mentales a los menores de edad privados de libertad. Estos habrían recibido golpes en diferentes partes del cuerpo, con un objeto contundente, y en el oído (con las manos) así como sufrimientos sicológicos y amenazas.
Todo aquello se habría perpetrado al momento de la formación y conteo de internos, ya cuando se retiraban los funcionarios administrativos. Las víctimas eran sometidas a golpes por los otros adolescentes (también reclusos) en una ronda, por imposición de Leiva Vázquez. Las amenazas consistían en que si no lo hacían o incumplían con las órdenes, los otros internos también serían golpeados por todos en la ronda. Ello bajo la amenaza de no contar a nadie lo que ocurría, de lo contrario no serían asistidos por personal de blanco, ni derivados a ningún centro asistencial.
En enero de 2016, los afectados fueron asistidos y en su momento no contaban el origen de las lesiones, porque en ningún momento había privacidad tanto para las entrevistas con la psicóloga o en las atenciones brindadas por los médicos, debido a que todo se realizaba en la oficina del director.
Dichos métodos supuestamente tenían la finalidad de anular y disminuir la personalidad de los adolescentes en su capacidad física y mental. La conducta desplegada por los acusados, conforme las lesiones físicas verificadas fueron lesiones en pies y manos (diferentes diagnósticos).
