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ASUNCIÓN. La salida de Ramón Retamozo de Puertos, y de Luis Villordo de la ANDE, parecen ser como una suerte de premio consuelo que el presidente Mario Abdo Benítez dio a la ciudadanía en su segundo aniversario de gobierno, para compensar su falta de decisión en torno a sus ministros más repudiados y con más denuncias en contra, Eduardo Petta en Educación y Rodolfo Friedmann en Agricultura.

Según analistas consultados, no hay ningún argumento válido para que estos personajes sigan formando parte del gabinete presidencial. Si bien Petta no tiene denuncias de corrupción en su contra, la incapacidad demostrada desde que asumió la cartera de Educación es tan grande, que no resiste ningún análisis. La pandemia lo único que hizo fue confirmar aún más que no puede estar al frente de uno de los ministerios más importantes para la ciudadanía.

En cuanto a Friedmann, la situación es aún más lamentable, ya que a su evidente incapacidad para el cargo se suman las denuncias sobre sus negociados con el almuerzo escolar en escuelas del Guairá y Caazapá, que se iniciaron cuando era gobernador y continúan hoy, a pesar de que Abdo Benítez pretende minimizar las denuncias diciendo que es “un delito viejo”, como si enriquecerse a costa de la comida de niños carenciados tuviera alguna fecha de vencimiento.

Los expertos consultados afirman que esta lamentable postura del presidente de la República obedece fundamentalmente a las cuentas que debe seguir pagando a grupos de poder que lo llevaron al Palacio de Gobierno, ya que depende del caudal electoral que tienen los varios compartimientos estancos de los que se compone el movimiento Colorado Añetete. Otros, sin embargo, aseguran que tanto Petta como Friedmann son intocables porque “saben mucho” y deben permanecer callados. Además, algunos aseguran que el ministro del MAG es conocido en el Guairá como “el maletinero” del presidente.

Sea como sea, no hubo cambios importantes el 15 de agosto, y nadie sabe si los habrá en algún momento.