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ASUNCIÓN.– Kimberly Breier, secretaria adjunta de Estado Unidos para el Hemisferio Occidental de la Administración de Donald Trump, estuvo brevemente en nuestro país y sin dudas brindó un apoyo explícito a la fiscal general del Estado, Sandra Quiñónez.
Destacó el buen trabajo que se está haciendo, en las investigaciones, en las acciones que se toman y la lucha contra el crimen organizado, contra la corrupción, etc.
Participó de un acto en la residencia del embajador Lee McClenny, donde fueron distinguidas la titular del Ministerio Publico y la ministra de la Niñez y la Adolescencia, Teresa Martínez.
Esta fue la primera visita a nuestro país de Kimberly Breier y valoró que el gobierno y la sociedad civil sintonicen hoy en el esfuerzo en contra de la impunidad y por la independencia judicial.
Resaltó también la posición asumida por el gobierno de Mario Abdo Benítez sobre la justicia y la corrupción, “caiga quien caiga”. Destacó igualmente las señales de cambio que se están dando en el Paraguay contra la corrupción que, entre otros aspectos, “es corrosiva para la economía de un país”, sostuvo.
“Este es uno de mis primeros viajes como secretaria adjunta para el Hemisferio Occidental y que hay un entendimiento en Washington de que el gobierno (de Paraguay) está haciendo un esfuerzo muy importante aquí. Quería venir. Había prometido al embajador (McClenny) que mi viaje al Paraguay sería uno de los primeros como secretaria adjunta”, manifestó.
Destacó que en Paraguay está pasando algo muy interesante. “Es como ve una persona llegando desde afuera y yo veo un esfuerzo muy importante del gobierno y también un esfuerzo muy importante de la sociedad civil. Esto refleja una combinación de ambas partes para cambiar algo que está dentro del sistema. La Embajada está trabajando en eso todos los días, apoyando a los actores, a los grupos, enseñando e intercambiando información”, expresó.
Por otro lado, mencionó que “aquí se tiene la impresión de que la sociedad civil es débil, que no acompaña con toda la fuerza que tiene los cambios que faltan. ¿Cuánto más debe hacer un gobierno para que se gane la confianza de los ciudadanos hacia las trasformaciones estructurales?”, se preguntó.
“Es muy difícil decirlo. En cada país es una situación distinta. Pero lo que veo en la región es que hay ciertas sociedades que llegan a ese momento cuando se dan cuenta de que están bien, y que es necesario tomar el riesgo de hablar, de llamar a las cosas por su nombre y decir lo que está pasando. Eso es lo que yo veo que está sucediendo en Paraguay”, enfatizó.
