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ASUNCIÓN. Aún persiste la sorpresa de diferentes sectores por la elección de la senadora luguista Esperanza Martínez al frente de la Comisión de Hacienda de la cámara, una de las más estratégicas del Congreso, porque allí es donde se definen los proyectos del Ejecutivo que tienen que ver con el Presupuesto, préstamos y convenios internacionales.

Y no es precisamente por considerar que no esté a la altura del cargo, sino porque proviene del Frente Guasu, el sector que realiza la oposición más dura al gobierno y que, de manera sistemática, pretende bloquear siempre cualquier proyecto que provenga del Ejecutivo y el Partido Colorado.

Por eso es que varios analistas políticos siguen sin poder entender que el oficialismo haya entregado una comisión tan estratégica a sus principales opositores. Esto se hizo fruto de un pacto que llevó al oficialista (pero no tanto) Óscar Salomón a la Presidencia del Senado y el Legislativo, su sueño desde hace años.

Pero se preguntan si una Presidencia de “Cachito”, que genera más dudas y temor que confianza en que se facilitará la gobernabilidad, es justificativo para entregar Hacienda a los “enemigos de siempre”.

Aunque las decisiones en comisión se toman por mayoría, la Presidencia da un poder especial a quien la ocupa. Así que, por de pronto, los analistas consideran que Martínez volverá a impulsar (y ahora, posiblemente, con mayor suerte) la creación de nuevos impuestos y el aumento de otros, bandera del Frente Guasu desde hace varios años.

Este es el escenario de lo que le espera a Mario Abdo Benítez durante este período en el Parlamento, justo en un momento en el que espera que se apruebe su plan de reactivación económica, que contempla mayor endeudamiento. No se presenta fácil el panorama para el Ejecutivo.