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El ministro de Justicia, Ángel Barchini, manifestó que la reapertura de la penitenciaría de Tacumbú se decidió a causa del hacinamiento de presos que hay en las otras cárceles y negó que esto se produjera por exigencias del clan Rotela, al que, afirmó, no da entidad.
La decisión de reabrir Tacumbú a nuevos ingresos se conoció el sábado pasado, a través de un comunicado de Justicia que también informó el cierre del penal de Emboscada Antigua.
En la 730 AM, el ministro dijo que “se genera un problema de hacinamiento mayor en otras cárceles. ¿Eso significa caer en la petición del clan Rotela? Al clan Rotela no le di ninguna entidad. Rotela es un delincuente más, como González o Giménez, y a mí no me va a marcar la ruta ni Rotela ni Abc ni, mucho menos, Última Hora”.
A pesar del período de cierre de Tacumbú, Barchini reconoció que sigue habiendo hacinamiento.
Al ser consultado por su negativa de acudir a la penitenciaría cuando el clan lo exigió, respondió que “yo represento al Estado y, como tal, no puedo ir a negociar con un delincuente, sea cual fuere su apellido”.
Se refirió a la huelga de los guardiacárceles afirmando que se está trabajando sobre los reclamos legítimos y las reivindicaciones históricas, pero tras la decisión de los funcionarios habría intereses económicos porque se están cortando cabezas a las mafias.
