Artículos relacionados

ASUNCIÓN. La profunda división que sufre desde hace años el PLRA está a punto de ahondarse, a pesar de que los dirigentes reconocen que solamente logrando la unidad, el partido podría tener alguna posibilidad de, por lo menos, mantener sus municipios en los comicios del año próximo.

La bancada liberal oficialista del Senado ya había decidido alejarse de Efraín Alegre, porque sus integrantes se habían hartado de la intolerancia y la poca predisposición al diálogo que tiene el presidente partidario, por lo que los 6 legisladores del bloque decidieron hacer rancho aparte.

Pero ahora resulta que, a pesar de ser muy pocos, también están a punto de dividirse a causa de las ambiciones de Salyn Buzarquis, quien parece tener los mismos vicios de Alegre, según los demás, puesto que mientras el resto analiza la posibilidad de desdoblar las elecciones, él intenta a toda costa que se apuren las internas convencido de que las ganará y se convertirá en el próximo presidente del partido.

Al parecer, entre los exoficialistas casi todos quieren ser caciques, ya que Víctor Ríos y Amado Florentín tienen las mismas ambiciones (como presidente y vicepresidente del PLRA) aunque actúan de manera mesurada y sin los recursos sucios de Buzarquis, quien es acusado por sus compañeros de bancada de jugar a varias puntas, en su desesperación por obtener la Presidencia.

Buzarquis estuvo ligado por años a Alegre y fue uno de sus grandes defensores hasta hace poco, cuando intentó negociar con él para obtener la titularidad partidaria, y como el imputado presidente actual no parece muy dispuesto a entregar el cargo, ni siquiera a su cercano colaborador, se produjo la ruptura entre ambos.

Mientras los llanistas observan desde lejos la crisis interna del liberalismo, lo que queda claro es que las municipales encontrarán al PLRA cada vez más dividido.