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El Ing. Luis Cubilla, presidente de la Federación Paraguaya de Siembra Directa para una Agricultura Sustentable (FEPASIDIAS), acusó a algunos obispos de burlar los principios de la Iglesia Católica y de convertirse en verdaderos demonios que propician el conflicto por la tierra entre paraguayos. “De Fernando Lugo, Juan Bautista Gavilán y Melanio Medina, que Dios nos guarde de estos demonios, que son mercaderes de la pobreza, dijo.

ASUNCIÓN.- Según el titular de la Fepasidias existen dirigentes campesinos radicalizados, portadores de semillas del odio y la discordia que son protegidos de políticos y parlamentarios oportunistas, seguidores de obispos que no debieron salir jamás de las catacumbas del infierno de donde provienen. Fernando Lugo, Juan Bautista Gavilán y Melanio Medina. Dios nos guarde de estos demonios”, dijo.

Cubilla mencionó que la portentosa producción agrícola del Paraguay permitió un efecto de derrame en la economía, transformando las condiciones de pobreza reinantes del campo mediante la creación de trabajo directo e indirecto a la población campesina.

El directivo sostuvo que la respuesta de todo el sector productivo se tiene que dar de manera implacable para proteger a sus propias vidas, sus pertenencias y sus familias.

“Me arriesgo a vaticinar que si hoy los productores volvemos a caer en actitudes sumisas, nos esperan días infaustos que pueden acabar con la democracia tan difícilmente conquistada. Solamente la solidaridad nos podrá ayudar a salvaguardar la vida de nuestras familias. La Constitución Nacional nos ampara”, remarcó.

Reafirmó que tanto los obispos como los políticos a quién ellos protegen, en abierta alusión al Senador Fernando Lugo y sus secuaces, son mercaderes de la pobreza. En ese sentido explicó que lo que demuestran es que quieren mantener a la gente en la más absoluta miseria para seguir aprovechándose de ellas tanto en las elecciones o para crear caos social, con las manifestaciones y los cierres de rutas.

Recordó que los obispos nunca se preocuparon por los pobres y mucho menos le ayudaron a salir de ella, en cambio ellos se llenan sus bolsillos. Trajo a colación las millonarias inversiones que tiene el Mons. Gavilán, en Eusebio Ayala en la instalación de enormes galpones para la cría de aves.