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PARÍS – El número de inmigrantes que duermen en las calles de capital francesa aumentó en al menos un tercio desde el comienzo de la semana, cuando se vació la ciudadela de expediente de Calais apodado “Selva”, dijeron las autoridades.
A través de los bulevares bulliciosos y un canal en un área al noreste de París, cientos de tiendas de campaña fueron creadas por inmigrantes, la mayoría de los africanos que dicen ser de Sudán, con cajas de cartón en el suelo con el objetivo de aislarse contra el frío.
A pesar que la presencia de inmigrantes en el sitio no es nueva, ha crecido sustancialmente esta semana, dijo Colombe Brossel, vicealcalde de la capital francesa a cargo de los asuntos de seguridad 
a medios de prensa, “Hemos visto un gran aumento desde el comienzo de la semana. Última noche nuestros equipos cuentan entre 40 y 50 nuevas tiendas en el lugar en dos días”, dijo el funcionario y agregó que en la actualidad el total está entre 700 y 750.
Esto significa que hay entre 2.000 y 2.500 personas que duermen en la zona, eran unos 1.500 hace unos días, detalló, “No es una gran explosión en los números, pero hay un aumento claro”, declaró y añadió, “Algunos de ellos vienen de Calais, otros de otra parte.”
Después de años de trabajo como base para los inmigrantes ilegales que intentan alcanzar el Reino Unido, la “selva” fue finalmente demolida esta semana, y más de 6.000 habitantes de los barrios marginales campamento cerca del Canal fueron reubicados en albergues alrededor de Francia.
El director de la oficina de refugiados francés, Pascal Brice, dijo a los recién llegados a París no representar un movimiento mayor de la “selva” de la capital, “Puede haber algo de movimiento en la periferia (en dirección a París), pero la clave es que estas 6000 personas estaban protegidos”, expresó.
Ahora los inmigrantes acamparon la noche en la isla central de una gran calle entre las estaciones de metro de Stalingrad Jaurès y con la circulación del tráfico en ambos lados, se había disuelto la mañana del viernes, muchos de ellos con sus tiendas de campaña, mientras la policía patrullaban el centro de bulevar.
Los inmigrantes y las autoridades dijeron que la policía comprobó sus documentos de identidad y de las solicitudes de asilo y más tarde permitió a los inmigrantes a regresar a la isla central de la avenida, que volvió a montar sus tiendas.
Según las autoridades, los recién llegados no sólo salieron de Calais, y otros lo hicieron antes de desmantelar el campamento. Brossel dijo que corresponde al gobierno central para actuar, y no a las autoridades municipales, “Estas personas necesitan ser protegidos”, afirmó.
La ciudad de París tiene planes de abrir dos centros de inmigrantes, pero no tienen la capacidad para albergar a menos de mil camas.
