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ASUNCIÓN.- El actual gobernador de Alto Paraguay, José Adorno, de Fuerza Republicana, quien soporta varias denuncias de corrupción en su administración, parece no solo ser “vivo” para los negociados sino para buscarle vueltas a las disposiciones constitucionales.
Resulta que ahora es precandidato a diputado por el departamento en la lista que postula a Arnoldo Wiens a la Presidencia de la República. Pero no quiere dejar de hacer los “buenos negocios” desde la Gobernación, por lo que buscó a una persona de su total confianza para que se postule para el cargo. Y no encontró a nadie de más confianza que su esposa, Silvana Fretes.
Pero claro, la Constitución no permite las sucesiones de parientes en los cargos, así que sin ningún problema decidió divorciarse de Silvana, quien ahora es una persona libre, sin relación de parentesco con el gobernador, por lo que no tiene inconvenientes ni impedimentos para postularse a la Gobernación.
En realidad y como es fácil deducir, el divorcio es solo en los papeles ya que ambos siguen viviendo juntos. Es obvio que amor y ambición pueden ir de la mano cuando así conviene a los intereses de algún personaje.
