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WASHINGTON. Este lunes 15 de enero marca el inicio del proceso de primarias en Estados Unidos, con Iowa dando el pistoletazo de salida a seis meses de intensas votaciones en todos los estados y territorios. La atención se centra en las carreras tanto republicana como demócrata, con un presidente Joe Biden enfrentando una competencia mínima para la nominación demócrata, mientras que el expresidente Donald Trump lidera con fuerza las primarias republicanas.
En el campo demócrata, Biden se encuentra bajo el escrutinio de un partido que muestra insatisfacción generalizada con su gestión, reflejado en un respaldo en las encuestas del 40%. A sus 81 años, enfrenta críticas sobre su edad y la percepción de falta de entusiasmo en su partido. Sin embargo, la tradicional deferencia hacia el presidente en ejercicio que busca la reelección ha llevado a que solo dos candidatos, Marianne Williamson y Dan Phillips, le disputen la nominación, aunque con una desventaja significativa.
Mientras tanto, en el campo republicano, Donald Trump emerge como el claro favorito, con una ventaja abrumadora de 49 puntos sobre su rival más cercano en las encuestas. A pesar de enfrentar cuatro procesos penales y ser acusado de 91 cargos, su influencia entre las bases republicanas se mantiene sólida. Trump busca la revancha después de su derrota en las elecciones de 2020 y se presenta como el candidato inevitable, renunciando a participar en debates y llevando a cabo una campaña de bajo contacto con los votantes.
Sin embargo, la exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, se posiciona como la principal contendiente para desafiar a Trump. Con una sólida experiencia en cargos públicos y un enfoque conservador, Haley busca presentarse como el cambio generacional que el partido necesita. Su competencia más cercana es Ron DeSantis, gobernador de Florida, quien ha perdido impulso debido a su falta de carisma y problemas internos en su campaña.
La contienda republicana promete ser intensa, con el emprendedor biotecnológico y el exgobernador de Arkansas también en la contienda. Mientras tanto, en el lado demócrata, la incertidumbre persiste con Biden como candidato, enfrentando críticas y descontento dentro de su propio partido.
El proceso de primarias se desarrollará a lo largo de seis meses, culminando en las convenciones nacionales de cada partido en julio y agosto. La nación observa con atención cómo se desarrolla la competencia y quiénes finalmente serán los dos candidatos que competirán por la Casa Blanca en noviembre.
