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ASUNCIÓN.- Humberto Otazú, juez penal de Garantías, resolvió el arresto domiciliario del mexicano José Salazar, imputado por contrabando y sindicado por el Ministerio Público como el propietario del cargamento de lingotes de oro mezclado con otros metales que tenía como destino Hong Kong. Desde el 20 de agosto pasado, Salazar cumplía prisión preventiva en el Departamento contra Delitos Económicos.
El extranjero tiene prohibición de salir del país, se le impuso una fianza personal de su abogado Pedro Alcaraz de G 100 millones. Se le fijó también una caución real de un inmueble hasta cubrir la suma de G 2.932.500.000; el juez trabó embargo además sobre esa propiedad.
El mexicano entregó “voluntariamente” su pasaporte como señal de su sometimiento al proceso; el documento permanecerá en el juzgado y será entregado la semana que viene al Ministerio Público.
IMPUTADOS
Los mexicanos Juan Ignacio Ontiveros Muñoz y Juan Carlos Jaramillo García (guardaespaldas de Salazar) también fueron imputados. Está procesado además Ricardo Castro Vera, el despachante de aduanas de la firma encargada de la exportación de los lingotes “Cristal Esteño S.A.”. Los tres continúan cumpliendo prisión preventiva en el Departamento contra Delitos Económicos de la Policía.
En el Departamento Judicial de la Policía Nacional guardan reclusión el ciudadano belga Marc André Didier (dueño del jet que transportaba los lingotes), y el dominicano Manuel Portes.
El despachante de aduanas de Ciudad del Este, Gustavo O’Higgins, igualmente cuenta con arresto domiciliario.
PRÓFUGOS
Los que aún se encuentran con paradero desconocido son Gregorio Daniel González, propietario de “Cristal Esteño S.A.”; Aurelio Toledo y Nilce Shenkel, supuestos vendedores de la carga; y un último imputado identificado como Juan Antonio Mendoza.
