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Las expresiones del papa Francisco a favor de que hombres casados formen parte del clérigo, respecto a la posibilidad de dar cabida a “hombres probados” para ejercer el ministerio sacerdotal, abre el debate entre los que están a favor y en contra. Mientras algunos exsacerdotes y laicos aseguran que el voto de castidad es causa de muchos de los abusos contra niños y niñas que ocurren dentro de la Iglesia, otros indican que ser célibes es lo más correcto.
ASUNCIÓN.- El Papa Francisco abrió el debate afirmando en una entrevista que “el celibato no es la solución”, y anima a la teología a “investigar sin miedos”, pues la Iglesia “debe reconocer” qué se le pide en cada momento. Existen antecedentes del 2009 cuando Benedicto XVI, otorga el “viri probati especial” a curas anglicanos que pasaron al catolicismo.
“Necesitamos considerar el ‘viri probati’ como una posibilidad”, había dicho el Papa Francisco en la entrevista. El “Viri probati”, es el término latín para “hombres probados”, con el cual el derecho canónico se refiere a los hombres casados de excelente fe y virtud a los que, de modo extraordinario, se admitiría la ordenación sacerdotal.
Para el exsacerdote Juan María Carrón, quien renuncio hace 46 años a su investidura, el voto de castidad es causa de muchos de los abusos contra niños y niñas que ocurren dentro de la Iglesia, por lo que se mostró a favor de la propuesta de Bergoglio.
Jesús Montero Tirado, sacerdote y pedagogo, a su tiempo había afirmado que la Iglesia tiene que revisar las situaciones del celibato. “En mi opinión, el celibato no lo fundó Cristo, los que le siguieron a Jesús, Pedro estaba casado, Pablo fue célibe, en un momento donde se tenía muchos prejuicios en las relaciones íntimas del hombre y la mujer, eso serviría solamente en la función de la procreación y no como una posibilidad que existe, dada la naturaleza puesta por Dios para alimentar el amor”, dijo.
LOS BENEFICIOS DEL CELIBATO
De acuerdo a los estudiosos en la materia, la gente está muy ansiosa por disfrutar de la vida sexual sin tomar en consideración la responsabilidad que estos actos representan. “Se ha olvidado que la vida de celibato es una hermosa tradición que viene de los grandes sabios de épocas anteriores”, expresa un documento al respecto.
Los expertos señalan que la fuerza sexual es una inmensa capacidad que Dios nos ha dado a todos, ya que tiene la potencia de traer a otra personita a este mundo para ser un sirviente de Dios. “Sin embargo, una conciencia lujuriosa lleva a despreciar este potencial espiritual místico y, pensar sólo en el disfrute momentáneo que el acto sexual proporciona corporalmente aun cuando sobretodo ocasione insatisfacción, frustración y sufrimiento. De este modo, la vida sexual sólo produce sufrimiento, tanto para uno mismo como para los demás; por ello, es nociva para todos especialmente para el avance de la vida espiritual para el cual se formó un sacerdote”, agrega otra parte del texto.
Tener relaciones sexuales sin el deseo de avanzar espiritualmente o sin el deseo de hacerle una ofrenda a Dios, nos hace perder una gran cantidad de fuerza espiritual y física; por ello, todos aquellos que tienen encuentros sexuales sin ningún propósito superior, confirman que después se sienten fracasados, derrotados, con el corazón vacío, porque menosprecian el misterio de la vida y no aceptan que la energía sexual tenga un propósito más elevado, subraya otra parte del documento elaborado para motivar el celibato.
