ASUNCIÓN.- Desde que el mismo domingo a la tarde, el candidato opositor Eduardo Nakayama reconocía su derrota y el triunfo del colorado Óscar Rodríguez, quedó evidente que ni él ni su entorno estaban con intención de hacer alguna autocrítica por los resultados, repartiendo culpas entre los demás.
El empresario Norman Harrison, presuntamente el principal “sponsor” de Nakayama, quien estuvo cerca del candidato durante toda la jornada electoral, lo primero que hizo al ser consultado por los resultados fue echar pestes y culebras a las encuestadoras, culpándolas por la derrota sufrida en Asunción.
“En cualquier país serio, una encuestadora debe estar matriculada y si se llega a equivocar grande, en un cierto porcentaje que se fija, se le debe sacar la matricula”, dijo Harrison en la 780 AM.
Añadió que “es sencillo el tema. Si un encuestador se equivoca en un amplio porcentaje, es akanẽ o sinvergüenza, no tiene otra definición. Se manipula información con total desfachatez, se equivocan y luego siguen campantes haciendo mediciones”.