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Hoy se recuerdan 148 años de la batalla librada en los campos de Acosta Ñu, durante la guerra contra la Triple Alianza. Esa contienda del día 16 de agosto de 1869 fue considerada como una de las más terribles batallas de la historia militar del mundo. El monumento que recuerda a los caídos, en su gran mayoría niños, se encuentra en el Cerro de la Gloría, ubicado a 17 kilómetros del centro de Eusebio Ayala.
EUSEBIO AYALA (Dpto. de Cordillera).- Existen relatos fuertes y muy crueles de lo sucedido en un campo al norte de esta ciudad, entonces “Barrero Grande”. Aquel sitio era el Acosta Ñu, donde se libró la batalla que se constituyó es el símbolo más terrible de la crueldad de esa guerra.
Es un paraje donde mucha sangre inocente se derramó con valentía y dignidad y en un rincón del amplio campo se encuentra el Monumento, construido en 1969, en homenaje a aquellos Niños Mártires de la Guerra de la Triple Alianza (1865-1870).
Se trata del Cerro de la Gloria. Sus alrededores fueron testigos de la cruenta batalla, donde unos 3.500 niños se enfrentaron a más de 20.000 efectivos de las tropas aliadas. Según uno de los tantos relatos históricos, los paraguayos quedaron en un “círculo de fuego”.
Fueron atacados por los cuatro flancos, en una flagrante desproporción de fuerzas de cinco brasileños por cada paraguayo, la resistencia duró todo el día y parte de la noche.
Niños de seis a ocho años, en el calor de la batalla, aterrados, se agarraban de las piernas de los soldados brasileños, llorando, pidiendo que no los matasen, pero eran degollados en el acto.
Escondidas en las selvas próximas las madres observaban el desarrollo de la lucha. No pocas empuñaron las lanzas y llegaron a comandar grupos de niños en la resistencia.
Finalmente, después de una larga y absolutamente desigual lucha, los paraguayos fueron derrotados. Cuando las madres vinieron a recoger a los niños heridos y enterrar a los muertos, el Conde D’Eu, comandante de la tropa aliada, mandó incendiar el campo. Se veían niños heridos correr hasta caer víctimas de las llamas.
El monumento Cerro de la Gloria consiste en una pequeña estructura, que incluye un “panteón”, con urna que se encuentra en su interior con unos restos óseos y de cabellos. En los altos de un mástil, esporádicamente flamea la bandera paraguaya y a raíz de la desidia de las autoridades municipales, mayor parte del año sus alrededores están sucios.
PARA LA RETIRADA DEL MARISCAL
EUSEBIO AYALA.- Junto a los tres mil quinientos niños paraguayos, combatían quinientos veteranos, comandados por el General Bernardino Caballero. La batalla era considerada necesaria para que el Mariscal Francisco Solano López continuase su retirada del cuartel general de Ascurra y siguiese con seguridad hacia Cerro Corá. Los “niños combatientes” retardarían a las tropas brasileñas.
Al tener algunos detalles de las distintas batallas libradas en ese lamentable conflicto y conociendo la batalla de Acosta Ñu en particular, el panorama que ofrece este lugar histórico al que, se lo recuerda solamente una vez al año. Hasta en las escuelas y los colegios es poco recordado y pocas veces visitado.
El Cerro de la Gloria es un mirador. Desde ahí pueden verse sus laderas y el gran campo donde se desarrolló la sangrienta batalla. Estando en la cima es imposible no imaginarse las terribles escenas ocurridas hace 148 años.
Existe una hermosa canción, Acosta Ñu, de Federico Riera y Emilio Bigi, que antes se entonaba a “todo pulmón” por los alumnos y retumbaba en los patios de los centros educativos. La letra de esa composición en esta página.
