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El coordinador general de la Comisión Nacional de Residencias Médicas (Conarem), Dr. Miguel Angel Velázquez, dirigió una nota a los directores de la Unidad Formadora de Residencias a fin de recalcar la vigilancia para el cumplimiento de la reglamentación que rige el proceso de residencia médica en el país.
La nota se emite tras la recepción de denuncias de maltrato y acoso laboral, realizadas a futuros residentes en proceso de vinculación a la residencia escogida en el llamado 2024, por parte de residentes efectivos.
Los maltratos advertidos consisten en «exigencias de presentación antes de culminado el proceso que los convierte en residentes, exigencias extra curriculares y hasta insultos y maltratos», según la nota.
«Esta institución, en su condición de administradora del proceso de ingreso y evolución de las diferentes residencias a las que se accede vía Conarem, expresa con énfasis que no tolerará ningún tipo de quebrantamiento de los reglamentos que rigen las residencias y que responsabiliza a las autoridades de cada unidad formadora de las irregularidades que pudieran ocurrir», indica la nota.
Así también señala «las responsabilidades civiles y penales personales de cada uno de los residentes involucrados , en caso de que se constaten hechos contrarios a lo reglamentario».
«Se estará siguiendo de cerca ésta situación, e informando a la Dirección de Post Grado de las Universidades correspondientes como responsables de ejercer el aval académico de las residencias», advierte el coordinador.
En ese contexto, reitera la exigencia de «realizar un estricto seguimiento de las normativas vigentes, debiendo ser evitadas situaciones antirreglamentarias que de ser constatadas deberán ser sancionadas. respetando el debido proceso estatuido y comunicadas a esta Dirección General, a los efectos que la reglamentación establece».
Asimismo, se solicita el acompañamiento cercano de la relación entre los residentes de diversos años, recordando que el Reglamento General de Residencias establece que la disciplina se ejerce desde los estamentos y jefaturas haciendo hincapié que todos los residentes tienen el mismo régimen disciplinario sin importar los años de residencia, y que son las capacidades adquiridas durante este periodo las que hacen la diferencia .
«Es importante entender que las amenazas y maltratos como parte del sistema de formación, arguyendo una supuesta tradición, son herramientas o recursos absolutamente perimidos y están expresamente prohibidas en el marco jurídico que nos ciñe», concluye la nota.
