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WASHINGTON, D.C. La Constitución de los Estados Unidos, al igual que los planes de continuidad del Gobierno estadounidense ante todo tipo de eventualidades, establecen procedimientos y una extensa línea de sucesores, en caso de que el “Hombre más Poderoso del Mundo” se encuentre incapacitado momentánea o permanentemente para desempeñarse como presidente.

Según la Vigesimoquinta Enmienda de la Constitución estadounidense, el propio presidente Donald Trump podría tomar la determinación de transferir el poder y, con una carta al Senado, entregarlo formalmente al vicepresidente Mike Pence. Este gobernaría hasta que Trump informe al Senado su vuelta a la Casa Blanca.

Asimismo, otra cláusula de la citada Vigesimoquinta Enmienda establece que si el presidente estuviera incapacitado hasta tal punto que no pudiera transmitir temporalmente el poder, el vicepresidente y una mayoría del gabinete podrían sucederlo.

Ahora, si el vicepresidente y la mayoría del gabinete no están de acuerdo, una supermayoría del Congreso y el Senado podrían votar para quitárselo permanentemente. Esto se aplicaría en caso de que un presidente estuviera en coma o sufriera un derrame cerebral.

La Ley de Sucesión Presidencial es una ley en vigor desde 1948 y establece una línea de sucesión muy larga para la presidencia “si por causa de muerte, renuncia, destitución del cargo, incapacidad o falta de cualificación de un presidente o de un vicepresidente para desempeñar las facultades y deberes del cargo de presidente”.
Primero está el presidente de la Cámara de Representantes, luego viene el senador estadounidense con más antigüedad. Luego pasa al gabinete.

Y más allá de los planes de sucesión, Estados Unidos ha elaborado planes para mantener el funcionamiento del Gobierno, lo que se llama continuidad del Gobierno, ante todo tipo de eventualidades.

Como prácticamente se da por hecho de que Trump solo estará ausente por unos días, las consecuencias podrían ser más bien políticas que de otra suerte. Estados Unidos está a las puertas de unas elecciones presidenciales. Tanto Trump como su rival demócrata Joe Biden están en las papeletas de voto. La gente ya está votando por correo y en ausencia, y las elecciones se llevarán a cabo según lo planeado.