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ASUNCIÓN. Aunque era un secreto a voces, durante el mandato anterior, opositores como Desirée Masi se desgañitaban afirmando que no tenían relación con el Gobierno de Mario Abdo Benítez. Sin embargo, durante los 5 años jamás realizaron ninguna acción que pudiera perjudicarle, ni investigarle, ni bloquear sus planes.
A pesar de los pataleos indignados, los mejores aliados de Marito fueron los opositores.
Y esto quedó confirmado la semana pasada, ni bien se conoció la imputación fiscal en contra de Abdo y su primer anillo. Desesperados, los opositores y algunos medios aliados, específicamente ABC y Última Hora, iniciaron una intensa campaña para defender al ex presidente y su entorno, lo cual, finalmente, no resulta tan extraño ya que justamente del PDP salieron los principales implicados, Carlos Arregui, René Fernández y Arnaldo Giuzzio.
Pero los dirigentes de la oposición no se limitan a estos 3 ex fiscales, sino que apuntan a proteger con todas sus fuerzas al mismo Abdo, quien deberá ser desaforado por el Senado para que la Justicia lo pueda investigar.
Ni bien llegó la comunicación a la Cámara Alta, iniciaron intensas conversaciones para evitar que el ex presidente y senador vitalicio pudiera ser desaforado. La campaña está organizada por Eduardo Nakayama, Esperanza Martínez y Rafael Filizzola, quienes pretenden que la disidencia colorada (ex abdistas) rechace el planteamiento o evite dar quórum a la sesión en la que se tratará el tema.
En principio, se habla de que el martes habría una sesión extra, en la que el oficialismo intentará tener los votos necesarios para aprobar el desafuero de Abdo. Esto se define con el voto de dos tercios de los presentes, o sea que si asisten los 45, tendrán que tener 30 votos, pero el número va bajando de acuerdo al número de participantes.
La más sincera en la oposición parece ser Yolanda Paredes, de Cruzada Nacional, quien dijo que al oficialismo no le será tan fácil conseguir los votos necesarios, ya que tanto disidentes como opositores deben muchos favores políticos a Abdo Benítez. Aunque es algo más que sabido, resulta importante que alguien lo reconozca.
