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ASUNCIÓN.- El senador liberal Carlos Amarilla denunció que “servicios de inteligencia” de otros países pasaron el dato de que Evo Morales asesora a Horacio Cartes sobre métodos para violar la Constitución. Este absurdo sería como mezclar agua con aceite, o como que Cristina Kirchner se convierta en asesora de Mauricio Macri. Sus modelos son absolutamente distintos.
Por lo visto, el senador liberal cayó víctima de la fiebre tan Amarilla como él. O quizá sea que tanta incoherencia política hizo crisis en su pobre cerebro. Es que no debe resultar fácil ser liberal e izquierdista a la vez, pero Carlos no es el único seguidor de este engendro ideológico.
Posiblemente lo que hizo fue pensar que hay otros que tienen ese mejunje, de lo contrario no parece muy lógica su acusación de que Morales y Cartes puedan hacer algo juntos. Resulta que entre el presidente boliviano y el nuestro es difícil encontrar puntos en común, ya que ambos representan 2 modelos diferentes y 2 sistemas de gobierno absolutamente contrapuestos. Sería algo así como que en Argentina, la izquierdista Kirchner asesore al derechista Macri.
Pero no, según Amarilla, Evo y Cartes conspiran juntos, y el boliviano asesora al paraguayo sobre cómo violar la Constitución para eternizarse en el poder. Pero ojo, no es un invento suyo nomás sino que “servicios de Inteligencia de países amigos nos han proveído información de que usan las estancias de Horacio Cartes para recibir frecuentes visitas del propio presidente Evo Morales. Se ha instalado una cercanía personal entre ellos”.
“Morales ha puesto a disposición de nuestro presidente su experiencia sobre cómo mantenerse en el poder, más allá de las circunstancias que se interpongan. El mismo vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, hace de nexo y contacto con sus pares paraguayos”, continuó con su delirio.
Aunque lo dijo en entrevistas con medios radiales que forman parte del permanente acoso al gobierno, habrá que ver si alguien termina tomando en serio esta increíble historia de cómo ocurrió el milagro de que representantes de la derecha conservadora y la izquierda revoltosa se pusieron de acuerdo para manejar a su antojo a nuestro pobre país.
