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ASUNCIÓN. En los numerosos audios que demuestran el esquema montado por Rodolfo Friedmann para que la empresa de la que es el principal accionista, Eventos y Servicios S.A. (ESSA) se quedara con todas las licitaciones para la provisión de almuerzos en las escuelas del Guaira, también figura la forma como operaba para que esas licitaciones sean aprobadas por la Junta Municipal de Villarrica en el caso de los centros educativos de la capital departamental.
Según la investigación del Grupo Nación, el nexo entre Friedmann y la Junta Municipal era la concejala Marta Caballero, quien, en algunos audios, aparece solicitando a Hugo Alexander Torales –su testaferro- el adelanto del pago porque “los concejales estaban esperando el dinero para dar su voto favorable a la propuesta de la empresa del senador”.
Cada concejal recibía 40 millones de guaraníes por su voto a favor de ESSA. También el intendente de Villarrica, Gustavo Navarro, estaba metido en la rosca y recibía lo suyo.
La Nación añade que los vínculos entre Friedmann y la concejala Marta Caballero no son nuevos; ellos ya vienen haciendo negocios desde hace años, ya que ella aparece junto al también concejal Ovidio Cuevas, como síndico y síndico suplente de la empresa Nápoles SA, que luego se pasaría a llamar Estonia SA, que pertenece a la madre de Rodolfo Friedmann, la señora Guadalupe y que fue creada en el 2013, con un millonario capital de G. 5.000 millones en efectivo.
Desde esa época ya vienen los negocios que hacen Friedamann y Marta Caballero, quien primero fue su funcionaria en la Gobernación del Guairá y luego fue ubicada en la concejalía de la ciudad de Villarrica desde donde siguió manejando los intereses de su patrón.
La semana pasada se convocó supuestamente a una caravana ciudadana a favor de Rodolfo Friedmann cuyo pedido de expulsión del Senado iba a ser tratado, cronistas del canal de televisión Visión Comunicaciones fueron a cubrir la movilización y se demostró que la abrumadora mayoría de las personas que asistieron eran funcionarios de la municipalidad y gobernación local, seccionaleros y hurreros pagados por Rodolfo Friedmann.
Entre los identificados por los comunicadores como los líderes de la caravana se encontraban la concejala Marta Caballero a la cabeza, otros concejales más y hasta el mismísimo intendente de Villarrica Gustavo Navarro, salpicado en los hechos de corrupción de su administración y la empresa ESSA, formó parte de la caravana.
Con todos estos hechos que salen a luz la imputación que se presentó contra Roldofo Friedamann, su esposa Marly Figueredo, su primo Silvio Alfaro, la contadora Lourdes González, el funcionario de la gobernación del Guairá Eduardo Domínguez y el diputado Ever Noguera queda corta, ya que dentro de la intendencia de Villarrica existen otros actores de los hechos investigados con las licitaciones ganadas por ESSA que tuvieron directa participación en el amaño que investiga el Ministerio Público.
