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La Confederación Sudamericana de Fútbol se reunirá hoy en su sede de Luque para decidir cuándo, dónde y a qué hora se va a jugar el encuentro de vuelta de la final de la Copa Libertadores de 2018. La polémica se ha desatado, pues mientras algunos propugnan que le entreguen directamente la copa a Boca (Chilavert, por ejemplo), otros abogan por que se juegue el encuentro.
LUQUE.- La decisión será del Consejo Directivo de la Confederación Sudamericana de Fútbol después de que el presidente, Alejandro Domínguez, se reúna con los titulares de los clubes involucrados que, a su turno, presentarán sus solicitudes y ejercerán su descargo.
COMPROMISO ROTO
Hay que recordar que en la noche del sábado, cuando se resolvió pasar el partido para el domingo, los presidentes de ambos clubes: Angelici y D’Onofrio firmaron un acuerdo para que la posesión de la Copa se resuelva en un segundo partido. River sostuvo desde el principio que debería ser en la cancha del Monumental y con público.
Sin embargo, Angelici ya deslizó su veneno la noche del domingo cuando se suspendió “sine die” el encuentro y soltó que se aferraría al reglamento para solicitar los puntos en juego. No sabemos si ya lo hizo o si lo hará en la reunión de hoy. Pero abre un espacio de debate y hasta de discordia entre los tradicionales rivales del fútbol argentino.
IGUALDAD DE CONDICIONES
Para Alejandro Domínguez parece no haber espacio para otra solución que no sea la disputa deportiva y que el campeón salga de la cancha y no del tribunal deportivo de la Conmebol. Pero como esta decisión tiene muchas aristas, como la económica, la social, la deportiva y la política, sin ninguna duda que habrá que esperar para saber qué se hace.
Ojalá prime la cordura y se decida jugar. De otro modo terminarán dándole una bofetada al fútbol, después de la vergüenza y del bochorno. Es lo único que falta para completar la trilogía de calamidades.
