SAN LORENZO.- Una clausura escolar inusual se vivió con niños del área de oncohemotalogía del hospital Pediátrico “Niños de Acosta Ñu”. El acto de cierre emocionó a todos y más de la mitad de los presentes no pudieron evitar derramar lágrimas de felicidad.
Son niños que afrontan el dolor con esperanzas, perseverancia e ilusiones. Se trata de pacientes que dan batalla al cáncer, se los ve a diario saliendo de sus sesiones de quimioterapias para dirigirse a las aulas. Para ellos, ni la lluvia, ni el frío ni el calor son impedimentos para acudir a ese espacio donde tienen la posibilidad de pincelar paisajes, aprender a sumar y escribir historias.
El talento que poseen lo demostraron ante sus familias, docentes, funcionarios del hospital y la prensa.
Axel, un gigante de 5 años, cantó su música favorita “Mi fe puesta en ti”, la letra de la canción y la ternura que expresaba hizo que varios de los presentes no pudieran evitar derramar lágrimas. Por su parte, Ángel, un joven extrovertido, interpretó una polca en guaraní y con eso se ganó varios aplausos.
En otro momento, Liz, una dulce joven, tuvo que desafiarle a la timidez que la caracteriza y con ayuda de sus profesoras, deleitó con una danza paraguaya; y antes de culminar, Dionicio, un niño al que todos lo conocen por su ternura y bondad, explicó de qué se trata la cadena alimentaria y para ello presentó una maqueta hecha con sus propias manos.
Los niños recibieron sus certificados por haber culminado las clases y posterior a ello compartieron el desayuno con sus invitados.