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ASUNCIÓN. El Ministerio de Relaciones Exteriores divulgó que el consulado paraguayo en la ciudad de Río de Janeiro y Espíritu Santo, Brasil, “organizó la repatriación de 9 personas que se encontraban varadas o en situación de vulnerabilidad dentro de su jurisdicción.”

“Además de gestionar los trámites pertinentes para obtener las autorizaciones de ingreso, el Consulado se ocupó de la logística necesaria con la compañía aérea y financió con recursos propios la compra de los pasajes para cinco personas del grupo, que se encontraban en situación de extrema vulnerabilidad”, añadió el mensaje de Cancillería.

Los compatriotas abordaron un vuelo en Río de Janeiro y bajaron en Foz de Yguazú, para luego ingresar a Paraguay a través de Ciudad del Este, “previa autorización del Consejo de Defensa Nacional (CODENA)”. Todos ellos van a “cumplir la cuarentena obligatoria en los albergues y hoteles salud debidamente habilitados.”

Relaciones exteriores también detalló que ocho de los repatriados son paraguayos y uno de ellos, brasileño, “con residencia regular en el Paraguay”.

Del grupo que volvió, seis personas estaban varadas en el Estado de Río de Janeiro, ya que los atrapó el cierre de fronteras. Tres de ellas son estudiantes y las otras tres hacían turismo por el vecino país de habla portuguesa.

“Las otras 3 personas son paraguayos residentes permanentes en Río de Janeiro, quienes perdieron sus empleos debido al paro de las actividades económicas y el cierre de los comercios”, amplió el comunicado oficial.

“A fin de precautelar la salud del grupo durante el viaje de regreso y posterior cuarentena obligatoria, el Consulado General del Paraguay en Río de Janeiro y Espíritu Santo proveyó a cada uno de los viajeros un kit de seguridad, consistente en mascarillas faciales de uso médico, alcohol en gel y guantes desechables”, precisó igualmente la divulgación.

“El Consulado General también financió con recursos propios el traslado de los viajeros desde el aeropuerto de Foz de Yguazú hasta la frontera con el Paraguay, para los viajeros que ya contaban con autorización de ingreso. Aquellos que aún aguardan sus respectivas autorizaciones fueron instalados en pensiones en Foz de Yguazú, financiadas gracias a los aportes voluntarios de los miembros del Consulado”, finaliza el comunicado.