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ASUNCIÓN.- Quienes aprobaron la creación de una comisión especial que se tome un plazo de 15 días para consultar a juristas reconocidos y elaborar un proyecto de ley que reglamente la pérdida de investidura tienen la intención de que se enfríen las protestas en contra de Carlos Portillo, Miguel Cuevas y otros próceres que ocupan bancas en la Cámara de Diputados.
Ni siquiera está integrada todavía la famosa comisión, por lo que no se puede ni hablar de los plazos que tendrá para presentar el proyecto de ley ni el procedimiento a seguir para convocar a los juristas y elaborar el documento.
Haciendo un análisis de la línea del tiempo, tenemos las siguientes conclusiones:
-Mañana 24.09: en la mesa directiva, cada bancada llevará el nombre de sus integrantes para conformar la comisión. Tiene que haber un mínimo de 10 nombres. La mesa analizará los nombres y elaborará una lista de integrantes, provisoria.
-El miércoles 26.09: El plenario aprobará la lista tentativa, o le introducirá modificaciones. Recién allí va a estar oficialmente conformada la comisión, que, suponemos, empezará a trabajar al día siguiente.
-Desde el jueves 27.09 hasta el miércoles 10.10: Plazo para que la comisión presente por mesa de entrada el proyecto de Ley que reglamenta el artículo 201 de la Constitución Nacional. Ese mismo día tendrá entrada por secretaría y girado a la Comisión de Asuntos Constitucionales.
-Martes 16.10: Reunión de Constitucionales, en donde se emitirá un dictamen sobre el proyecto.
-Miércoles 17.10: Tendrá entrada el dictamen y se estudiará en el pleno el proyecto de ley.
Este itinerario se dará solamente en el supuesto de que no haya atrasos ni chicanas que pudieran evitar el proceso. De todos modos, transcurrirán 3 semanas (más la que ya transcurrió) y recién se tendrá media sanción de la ley. Después de eso, se tiene que remitir el proyecto al Senado, al que también se le podría antojar crear una comisión especial, por lo que allí también se tardará –como mínimo y siendo optimistas- 4 semanas.
Así que, en realidad, para que Portillo corra el peligro de perder su investidura faltan, por lo menos, 2 meses; toda una vida para una ciudadanía que permanece expectante y está harta de que los sinvergüenzas ocupen bancas en el Legislativo.
LIBERAL OPERA EN SILENCIO
Nunca participó activamente en las sesiones, pero desde hace tiempo se sabe que, aunque parezca tonto, Carlos Portillo dista mucho de serlo; además, parece ser especialista en operar en silencio y es precisamente eso lo que está haciendo ahora, de acuerdo a lo que se comenta en los pasillos de la Cámara de Diputados.
Ya con los audios que salieron al aire y en donde se comprueba que el liberal tiene una fuerte influencia en el Palacio de Justicia de Alto Paraná y es muy hábil para negociar chanchullos, traficando influencias, quedó clarísimo que la imagen que vende no tiene nada que ver con la realidad.
Hasta ahora las cosas le están saliendo muy bien ya que consiguió que la mayoría de la cámara apruebe la creación de una comisión que dilatará vaya a saber hasta cuándo el proceso de su pérdida de investidura, que está pendiente de resolución.
Tal parece que la intención de Portillo y otros diputados es que el tema pase al olvido, como ha ocurrido tantas veces, y al dejar de estar en primera plana en los medios, la ciudadanía también perdería interés, con lo que dejaría de correr peligro de perder su banca. Porque es obvio que él no piensa renunciar, así que quiere que todo vaya al olvido.
