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ASUNCIÓN. Mientras analistas internacionales coinciden en que la crisis del coronavirus en América Latina golpea fuertemente a los productores al desplomarse el precio de las materias primas, en Paraguay, los pescadores de río revuelto, Frente Guasu, el Partido Democrático Progresista (PDP) y el efranismo liberal pretenden aumentar los impuestos a los sectores productivos nacionales, justamente los que están intentando resistir los embates de la cuarentena.

En poco más de 50 días de cuarentena, ya hay más de 1.500 empresas que anunciaron al Instituto de Previsión Social su suspensión, transitoria o definitiva, dejando a más de 40 mil trabajadores sin empleo y sin ingresos. No somos una isla y esto no es más que un reflejo de lo que está ocurriendo en la región y en el mundo. El aislamiento social impuesto para evitar la propagación del coronavirus indudablemente implicará una serie de sacrificios para todo el mundo, un ajustarse los cinturones, eliminando lo superfluo y priorizando lo esencial.

En lugar de esto, Fernando Lugo, Desirée Masi y Efraín Alegre pretenden traspasar la responsabilidad a sectores de la producción que “están pedaleando”, como dijo el mismo presidente de la República, reconociendo el esfuerzo de estos grupos que pelean para seguir subsistiendo y protegiendo a sus trabajadores.

Lo peor de todo es que ninguno de estos 3 personajes ha hecho el más mínimo esfuerzo por adecuarse a la realidad, renunciando a alguno de sus privilegios para ayudar en el combate al Covid-19. Lugo y Masi siguen cobrando sus millonarias dietas, y Alegre vive de lo que los legisladores aportan al PLRA. Pero intentan castigar a otros por lo que ellos son incapaces de hacer.

No es la primera vez que estos sectores intentan gravar aún más a los sectores productores del país. Y siempre lo hacen desde un punto de vista de ambición política, intentando con eso perjudicar a sus rivales de ocasión. Pero esta es una pésima ocasión para seguir metidos en un berenjenal en donde lo único que prima son los intereses y apetencias sectoriales.