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CIUDAD DEL ESTE. Como ya va siendo costumbre, el intendente de Ciudad del Este, Miguel Prieto, se ve envuelto en un escándalo, esta vez por la renuncia de choferes de buses eléctricos ante la falta de pago de sus salarios. No solamente afirmó que hacen un favor al irse, sino que se burló de ellos diciendo que lo único que puede hacer es “abrazarles y llorar”.
Apenas 5 meses después de que empezaran a funcionar los buses eléctricos, los choferes de los mismos renunciaron por no cobrar su salario, y lo único que el intendente pudo decir como respuesta fue “que se vayan, nos hacen un favor”.
Según el imputado intendente por enriquecimiento ilícito en tiempo de pandemia, la municipalidad no tiene recursos para pagar a los choferes, y que estos estaban al tanto de la situación ya que se les había prometido que a fin de año se regularizaría su situación. “Lo máximo que puedo hacer es arrodillarme y rezar con ellos, o abrazarles y llorar”, se burló de los reclamos.
“Todo eso se les explicó; a mí me gustaría que todos los que no van a poder aguantar por lo menos hasta diciembre, que se vayan nomás, entonces nos hacen un favor también a nosotros” dijo, sin ningún atisbo de vergüenza, como si se pudiera presumir la gratuidad del trabajo.
En abril pasado, Prieto realizó un gran festejo por la compra de 20 buses eléctricos para Ciudad del Este. Pero hoy, en lugar de buscar una solución para los choferes, se burla de ellos y patota celebrando su renuncia.
“De 40, hoy son 38 choferes, se les daba descanso. El chofer gana 3.500.000, trabajando 8 horas y manejando en aire acondicionado un vehículo de más de 400 mil dólares. Es un trabajo que todo el mundo quería, y ahora son algunos los que se están quejando”, manifestó Prieto.
Cuando se le reclamó que las necesidades no esperan, solo pudo responder: “De dónde querés que quite, lo máximo que puedo hacer es arrodillarme y rezar con ellos, o abrazarles y llorar”.
