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ASUNCIÓN. Soledad Méndez, licenciada en Administración de Empresas y estudiante del tercer año de licenciatura en Orientación Familiar en la Universidad Austral, analizó la nueva realidad educativa con la pandemia del COVID-19 y cuál será la manera de afrontarla. “Es momento de ordenar prioridades, la educación es el verdadero futuro de nuestros hijos… Es necesario unir a los principales protagonistas de la educación que son las instituciones públicas y privadas, padres e hijos. No debe existir rivalidad, sino diálogo y colaboración por el bien de los hijos de nuestra sociedad; esta lucha es a favor de la educación”, dijo la profesional.

“El MEC en Paraguay reafirmó el propósito de continuar con la educación de nuestro país, utilizando como recurso la modalidad virtual, velando así por la salud y dio alternativas para todos los sectores. Esta decisión provocó que las partes involucradas manifiesten su desacuerdo, reclamen derechos, hasta el punto de llegar a un paro virtual. Si los padres continúan rechazando todo lo que el gobierno ofrece y exigiendo a las instituciones privadas otorgar descuentos por encima de sus costos, terminaremos perjudicando a nuestros hijos y descartando a un sector que considera continuar”, señaló Méndez.

La licenciada destacó que semanas pasadas asistió a la conferencia virtual del profesor Fernando Reimers, doctor en Educación y Política Social por la Universidad de Harvard organizado por ParaguayPost2020. “En dicho encuentro manifestó las graves consecuencias que en el aprendizaje la pausa o cese escolar puede ocasionar en los niños y adolescentes. Estudios demuestran científicamente que la discontinuidad de la educación puede causar la pérdida de conocimientos y habilidades”, dijo.

“Conociendo esta situación, tenemos que plantearnos cuál será nuestra manera de afrontar esta nueva realidad; tomando conciencia sobre la importancia de la educación para nuestros hijos. No discutiremos que las oportunidades de aprendizaje y enseñanza se encuentran limitadas, que los padres atraviesan una situación económica difícil, que las familias viven situaciones intrafamiliares distintas y algunas más complicadas que otras, que existe un sector más carenciado que se verá afectado en una mayor o total medida. Debemos preguntarnos ¿qué haremos nosotros como padres responsables de la educación desde el lugar y situación en donde estemos?”, acotó.

Subrayó: “La respuesta es: contrarrestar el impacto negativo que todo el sistema educativo está sufriendo. No poner impedimentos; debemos apoyar; debemos colaborar. Como mencionó el psicólogo Marcos Prono T. días pasado en una entrevista, “debemos construir desde abajo, desde la realidad de cada uno, desde el hogar, desde lo que se tiene o se dispone, con los recursos existentes, el cuadernillo, el libro, la TV, la radio, la tecnología, construir de nuevo la educación, para esto es fundamental la colaboración y la paciencia”. Debemos evitar la pérdida de aprendizaje, ser conscientes que no se logrará lo mismo, que estamos en una situación de emergencia, que requiere de nuestro apoyo como padres, así como de la disposición de continuar que tendrá el colegio al cual pertenecemos. Debemos aprender a ver lo bueno, aprovechar las pocas oportunidades, a sugerir, no sólo criticar, y a entender que lo mínimo es mejor que nada en estas circunstancias”.

Como punto culminando de la entrevista, la profesional afirmó: Es momento de ordenar prioridades, la educación es el verdadero futuro de nuestros hijos y no me limito a lo académico, porque educar en tiempos de crisis requiere el desarrollo de otras habilidades, los niños y adolescentes tendrán necesariamente que ser más independientes para aprender, más comprometidos, más creativos, y naturalmente fortalecerán virtudes como el orden, la responsabilidad, su capacidad de resiliencia, entre otras. Es necesario unir a los principales protagonistas de la educación que son las Instituciones públicas y privadas, padres e hijos, no debe existir rivalidad, sino dialogo y colaboración por el bien de los hijos de nuestra sociedad, esta lucha es a favor de la educación. Requiere una mirada social, global que abarque todos los actores y sectores y el compromiso individual de construir la educación con lo que uno cuenta en su unidad familiar”.