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CIUDAD DEL ESTE. La designación de Benjamín Ozuna, antiguo seccionalero y ex secretario del Interior de la Gobernación, como director de la Penitenciaría Regional de Ciudad del Este desata controversias y críticas en el ámbito público. Aunque es altoparanaense, Ozuna es considerado “escombro” y asumirá un cargo muy sensible en una institución salpicada por la corrupción y que costó la salida del anterior director, además, que muchos guardias penitenciarios hayan sido apresados.
El término “escombro”, utilizado para describir a Ozuna, refleja la percepción de algunos sectores que cuestionan su idoneidad para liderar una institución penitenciaria en un momento tan delicado. Aunque actualmente se desempeña como asesor del Ministerio de Justicia, su retorno a funciones ejecutivas revive preguntas sobre la rotación de figuras públicas en puestos sensibles.
Ozuna justificó su nombramiento señalando que el ministro del Interior confía en su capacidad para gestionar la situación de corrupción en la cárcel. Sin embargo, la sociedad observa con escepticismo esta designación, preguntándose si la decisión gubernamental es la más adecuada dadas las circunstancias.
Llama la atención la designación de Ozuna teniendo en cuenta que, como seccionalero, alguna vez fue crítico a la gestión de Pedro Alliana, actual vicepresidente de la República, cuando éste se desempeñaba como presidente del Partido Colorado. En una de sus declaraciones, el ahora designado director de la cárcel había dicho: “La Junta de Gobierno desapareció. Pedro Alliana vive en la casa de Horacio Cartes. Yo repudio su actitud. La Junta de Gobierno está secuestrada”.
