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ASUNCIÓN.- La querella que la senadora Desirée Masi presentó en contra del dirigente colorado Luis Canillas, no es más que uno de los circos a los que nos tiene acostumbrados. No tiene ningún interés en conciliar, tampoco le interesa el dinero que pudiera conseguir. Lo que ella quiere es enseñar a los hombres cómo no hay que tratar a una mujer en política, según su propia confesión. La audiencia fue suspendida por el juez, justamente a pedido del abogado del dirigente colorado, Mario Elizeche Baudo, quien aseguró que su cliente jamás ofendió a Masi, puesto que, aunque en un video que se volvió viral, aparece con un cartel que tiene la imagen de ella, en ningún momento la menciona cuando lanza expresiones ofensivas, y que eso era imprescindible si se pretendía probar que hubo difamación y calumnia.
Pero de nada valdrán los argumentos de la defensa ya que tanto Masi como su defensor, Guillermo Duarte Cacavelos, el sospechoso de haber incurrido en tráfico de influencias, están dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias para castigar al colorado, pretendiendo que la sentencia, de conseguirla, fuera instructiva para los varones.
Además, según Duarte Cacavelos, Masi no presentó la querella “para reparar económicamente su imagen sino para dejar sentado que no es forma de tratar a la gente que hace política”.
No siendo suficiente lo dicho por el abogado, Masi agregó que no va a conciliar nada, que llegará hasta el final porque la querella la hizo por todas las otras mujeres que se dedican a la política, por lo que, ni se le ocurre retirarse antes de que todo quede finiquitado.
