Se destaca que la inflación está bien anclada, o sea bajo control del país con metas que se está cumpliendo.
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Destacan fuerte inversión en infraestructura en el Paraguay

La conducción de la economía paraguaya sigue recibiendo elogios. Por un lado, destacan el control de la inflación y del déficit fiscal, y afirman que como nunca antes se invirtió en infraestructura que seguirá dando beneficios al país en los próximos años. El 2017 está cerrando con buenos números, y las perspectivas para el 2018 son muy alentadoras.  Esto es lo que dice un material publicado en el portal “Dialogo a Fondo” que es el Blog del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre temas económicos de América Latina.

ASUNCION.- Con el título: “Por qué será 2018 un año decisivo para Paraguay”, se realiza un análisis de la economía paraguaya al cierre de 2017 y las perspectivas para el próximo año.

El material comienza señalando que la economía paraguaya continúa mostrando una solidez notable.

“En una reciente visita a Asunción organizada para dialogar sobre la evolución económica, nos encontramos con una pequeña economía abierta que es vibrante a pesar de choques externos profundos. Aunque los dos socios comerciales más grandes de la región —Argentina y Brasil— sufrieron recesiones y los precios de las materias primas cayeron, el crecimiento de Paraguay conservó la resilencia en 2015 y 2016”, dice el material firmado por Hamid Faruqee y Antonio David.

Es interesante observar que la economía paraguaya no se movió en sincronía con la de su vecino más grande, gracias a políticas de apoyo adecuadas, una base económica más diversificada y a choques favorables de la oferta.

Ahora, en el contexto de una incipiente recuperación regional, Paraguay avanzará aún más. Es probable que nuestros pronósticos de crecimiento se revisen al alza y superen ligeramente 4% tanto en 2017 como en 2018, gracias al vigor inesperado de la demanda interna. Esta será una oportunidad para atacar muchas de las dificultades estructurales más profundas que le han impedido al país acelerar la convergencia en términos del ingreso con sus pares de la región.

El año próximo también será importante en vista de las elecciones nacionales programadas para el mes de abril. Uno de los retos más importantes para el nuevo gobierno será trabajar en prioridades de política clave para conseguir preservar la envidiable estabilidad económica y abordar con más ahínco los obstáculos estructurales —como la infraestructura y la educación— a fin de promover la prosperidad y la igualdad.

El factor más decisivo para el éxito de Paraguay ha sido la firme trayectoria de estabilidad económica, respaldada por dos anclas principales. Primero, desde su adopción en 2011, el régimen de metas de inflación ha servido de buena guía a la política monetaria y ha permitido contener la inflación. De hecho, hace poco el Banco Central del Paraguay redujo la meta de inflación a 4% y las expectativas del mercado se han ajustado rápidamente en torno al objetivo de la institución. Gracias a esa credibilidad, el Banco Central pudo respaldar el crecimiento, bajando las tasas de interés desde abril de 2015, tras fuertes choques externos tales como la caída de los precios de la soja y la debilidad del crecimiento en los socios comerciales. Ahora que la expansión está cobrando ímpetu, el crédito se está recuperando y el nivel general de inflación es más elevado, corresponde retirar poco a poco el estímulo monetario para preservar la credibilidad del Banco Central.

La segunda guía fundamental es la Ley de Responsabilidad Fiscal, que sirve de ancla a la política fiscal. En vigencia desde 2015, la ley impone un tope de 1,5% del PIB al déficit presupuestario, que el gobierno parece estar encaminado a cumplir nuevamente en 2017. Al mismo tiempo, los presupuestos también han restringido el aumento del gasto primario corriente (es decir, el gasto que no incluye ni los pagos de intereses ni la inversión) por debajo del tope que fija la regla fiscal (4% en términos reales).

En consecuencia, la composición del gasto público se ha orientado correctamente hacia una mayor inversión en los últimos años, tras muchos años durante los cuales sectores de vital importancia, como la infraestructura, recibieron fondos insuficientes. Estas inversiones deberían tener efectos beneficiosos para el crecimiento económico en los próximos años.

diario-español

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