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La jueza Rosarito Montanía dispuso que el presunto narcopastor José Insfrán guarde prisión preventiva en la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).
Desde que se presentó en el Palacio de Justicia para su imposición de medidas, Insfrán aseguró ser inocente, víctima de una persecución del ex gobernador de Canindeyú, César “Tigre” Ramírez, y afirmó que Dios le dijo “vamos a entregarnos”, y fue lo que hizo.
El pastor está imputado por narcotráfico y lavado de dinero, junto con su hermano, Miguel Insfrán, alias Tío Rico, quien fue detenido en Brasil. Ambos fueron involucrados en el Operativo A Ultranza PY.
Al conocer la decisión de la jueza, Insfrán solicitó cumplir la prisión preventiva en Viñas Cué, donde se encuentra su hermano Tío Rico, quien está “pasando un mal momento”, pero la magistrada Montanía hizo oídos sordos al pedido y confirmó que el lugar de reclusión del pastor será la Senad.
El abogado de Insfrán, Daniel Lobo, insistió en que la jueza no debería tener competencia en esta causa, a sabiendas del “conflicto personal” que mantiene con él.
La sospecha de la Fiscalía es que Insfrán utilizó la iglesia Centro de Avivamiento para el lavado de dinero obtenido por el clan familiar, tomando en cuenta que no tenía otra profesión ni fuente de ingresos que justifique las millonarias sumas amasadas.
