ASUNCIÓN.– El senador Jorge Querey (Frente Guasu), quien había formado parte del plantel de doctores que examinó a Juan Arrom y Anuncio Martí, luego de su liberación tras supuestamente haber sido secuestrados, dijo que no es “ético” discutir públicamente los aspectos del informe médico.
Indicó que están detalladas tanto dentro del expediente clínico como judicial, todas las lesiones que constataron, los 13 médicos del sanatorio Migone, quienes inspeccionaron a Arrom y Martí. Manifestó que durante la evaluación también estuvo presente la senadora de su partido, la Dra. Esperanza Martínez.
Por su parte, el Dr. Pablo Lemir, forense del Ministerio Público, había señalado que en una de las observaciones del informe aparece que un testículo de Juan Arrom presentaba inflamación, pero resultó ser producto de una enfermedad llamada varicocele y no de torturas o golpes, como adujo la supuesta víctima de tortura.
El Dr. Querey salió al paso de esta afirmación, diciendo “me parece tan simpático estos rebusques de Pablo Lemir. Un varicocele es un problema de una vena, no es del testículo. Es una várice. Nosotros lo que constatamos y asentamos ahí es que había un testículo agrandado y doloroso. Pablo puede hacer un razonamiento como crea conveniente, pero lo que nosotros encontramos fue eso”, retrucó el congresista.
Para el Dr. Querey es poco ético discutir el diagnóstico de los pacientes, salvo autorización de los mismos o por parte de un fiscal o autoridad pertinente, recalcó “no es ético que nosotros como médicos nos estemos criticando los detalles”. Agregó que en el expediente está todo lo que se hizo y está a consideración de las autoridades correspondientes, tanto del Estado paraguayo como de la Corte Interamericana.
Consultado si tendría validez tras 17 años del evento una Junta Médica, respondió “la verdad que no puedo responder, desconozco”.
Aseguró que los doctores que formaron parte de ese plantel tienen hasta 45 años ejerciendo la profesión y son muy prestigiosos, de distintas especialidades, además ninguno presentó desacuerdos en cuanto a las conclusiones del informe.
“Ahora, el juicio de valor de la celeridad o no, nos corresponde, nosotros hablamos con el paciente y observamos las lesiones, posteriormente realizamos un diagnóstico que fue asentado y firmado por los 13 médicos”, apuntó el Dr. Querey.
Por otra parte, según los antecedentes del caso, dentro del plantel de médicos que examinó a las dos supuestas víctimas de tortura el día de la liberación, no se encontraba presente ningún representante del Ministerio Público, debido a que los familiares lo llevaron directamente a un sanatorio privado.