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ASUNCIÓN.- Dirigentes de gremios de docentes cuestionaron el acuerdo entre Silvio Piris, titular de la Federación de Educadores del Paraguay (FEP), y el ministro de Educción, Eduardo Petta, que más bien pareció un arreglo entre operadores del movimiento Colorado Añetete. Tildaron al gremialista de “traidor a las causas de los trabajadores” y anuncian que será escrachado.
El acuerdo Piris-Petta ha dejado por el suelo el trabajo de varios años, de trabajos de debate con el Ministerio de Educación y el Ministerio de Hacienda”, manifestó Eladio Benítez, presidente de la Unión Nacional de Educadores (UNE) en conferencia de prensa.
La UNE y la Organización de Trabajadores de la Educación del Paraguay (OTEP) repudiaron el acuerdo, para definir el reajuste de docentes solo en 12%, cuando en principio se habló de 16%. Indicó que son ocho organizaciones docentes en total que están unidas para repudiar lo acordado.
“Es lamentable que un compañero, de forma unilateral, firme este acuerdo. Va en absoluto detrimento de los intereses del sector, donde entrega una lucha y violenta tres acuerdos en total”, recalcó Benítez.
Adelantó que estarán pidiendo al Poder Ejecutivo que remita una adenda, solicitando la ampliación del PGN 2019 estableciendo un 4% más, para alcanzar el acuerdo que ya había sido logrado con el gobierno anterior.
“Es un retroceso grave. En estos momentos el señor Piris es tildado de traidor a la causa de los trabajadores. Se está haciendo un trabajo político partidario entre Piris y el ministro Petta”, lamentó el dirigente de la UNE.
Por último, anunció que Piris será escrachado en su domicilio por los gremios docentes. “No podemos permitir que esto siga ocurriendo”, sentenció.
Gabriel Espínola, de la OTEP, reclamó que se haya tenido solo en cuenta los intereses de un gremio en detrimento de los demás. “Piris fue de contramano al resto”, se quejó.
El dirigente sindical propuso convocar un congreso de todos los gremios para definir un plan de lucha que podría derivar en una huelga general para que se cumplan sus reivindicaciones, que no solo tienen que ver con el reajuste salarial, sino una nueva política de reforma educativa e inversiones.
Espínola tampoco descartó que se plantee una adenda al Congreso para alcanzar el salario solicitado.
