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CIUDAD DEL VATICANO – La expectación generada por las recientes bendiciones a parejas homosexuales en la Iglesia Católica se ve empañada por un anuncio que proviene de las altas esferas vaticanas. El diario romano Il Messaggero, bajo el título “una ducha helada”, revela en su edición de ayer que el cardenal Víctor Fernández, responsable del dicasterio de la Fe y cercano al Papa, ha lanzado un mensaje que parece poner un freno a las esperanzas de grandes reformas en la Iglesia.
Según la información obtenida por Il Messaggero, el cardenal Fernández, autor del documento sobre las bendiciones eclesiásticas a las parejas gay aprobado por el Papa en diciembre pasado, ha excluido la posibilidad de que el sacerdocio femenino y la revisión de los actos homosexuales en el catecismo estén en el centro de los coloquios que los obispos tienen previstos en los próximos meses en el Vaticano.
En una entrevista con el diario alemán Die Tagespot, Fernández deja claro que la contención de las reformas es necesaria. Aunque el texto completo de la entrevista aún no se ha publicado, Il Messaggero sugiere que el cardenal ha lanzado este mensaje ante la creciente polémica generada por el documento Fiducia Suplicans, que aprueba las bendiciones pastorales a las parejas gay pero excluye la aprobación del matrimonio sacramental entre homosexuales.
El llamado Sínodo de los Sínodos, que se realiza en dos fases, ha sido considerado el inicio de la última fase del pontificado del Papa Francisco. La primera fase tuvo lugar en octubre en el Vaticano, donde el Papa demostró su firmeza en mantener el rumbo de la asamblea y evitar desacuerdos entre progresistas y tradicionalistas.
El cardenal Fernández, en diálogo con Die Tagespot, hace referencia a la carta del secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, dirigida a la Conferencia Episcopal alemana el 25 de octubre pasado. En la carta, Parolin señala que los temas del diaconado y el sacerdocio femeninos, que podrían ser discutidos en el Sínodo de los Sínodos, “han sido definitivamente cerrados por todos los pontífices”.
Este anuncio ha generado debates sobre si la apertura a las bendiciones pastorales a parejas homosexuales es el límite de las reformas que la Iglesia Católica está dispuesta a aceptar. Con el Papa teniendo la última palabra, algunos creen que se busca mostrar las limitaciones a las reformas desde el más alto nivel del Vaticano.
