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El diario The New York Times publicó un duro editorial en que el insta al expresidente de Colombia Álvaro Uribe a empezar a comportarse como un “hombre de Estado” y tener un “papel constructivo” para no bloquear la paz en su país, asegura el escrito titulado “El hombre que está bloqueando la paz en Colombia”. Igualmente, el diario neoyorquino responsabiliza a Uribe de una eventual vuelta de enfrentamientos.
BOGOTÁ.- El Times asegura que en sus años de mandato Uribe sentó las bases para negociar la paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) con su política de “mano dura” que llevó a la guerrilla a sentarse a dialogar, pero ahora es el “mayor obstáculo” para una salida negociada al largo conflicto armado.
Asimismo, afirma que el fracaso del plebiscito del 2 de octubre, cuando una mayoría de colombianos votó en contra del acuerdo de paz firmado por el Gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC, fue tras una campaña “hiperbólica y engañosa” lideraba por Uribe.
“Las decisiones que tome (Uribe) en las próximas semanas puede que sean determinantes para que el acuerdo de paz con la principal guerrilla del país detenga finalmente el baño de sangre o se convierta en otra oportunidad perdida”, añade el periódico.
Por eso, insta al exmandatario colombiano a poner fin a sus demandas “poco realistas” y jugar un papel “constructivo” para que el acuerdo con las FARC pueda volver a encarrilarse y que las negociaciones anunciadas con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) puedan tener éxito.
“Aún no es demasiado tarde para que el señor Uribe, que sigue siendo popular entre muchos colombianos, se empieza a comportar como un hombre de Estado en vez de un aguafiestas”, asegura el editorial.
“Si el señor Uribe tiene una idea mejor y realizable, entonces debería enviar una delegación a La Habana, donde están asentados los líderes de las FARC, para buscar compromisos en asuntos como la Justicia o la participación política”, continúa el escrito.
El Times cree que un acuerdo de paz definitivo puede ser posible antes de fin de año si todas las partes tienen voluntad de negociar “de buena fe”, pero advierte que si se sigue retrasando, el apoyo de la comunidad internacional “podría empezar a esfumarse”.
Finalmente, el periódico destaca que el Gobierno de Santos y las FARC se han comprometido a seguir respetando el alto el fuego (el mandatario prorrogó la medida hasta fin de año), pero advierte que cuanto más dure este “callejón sin salida” más probable será que resurjan nuevos brotes de violencia.
“Una vuelta a los enfrentamientos, algo que no puede descartarse, sería algo catastrófico. Y si eso llegara a ocurrir, el principal responsable sería el señor Uribe”, concluye el editorial del diario neoyorquino.
ARCHIVAN INVESTIGACIÓN CONTRA CÚPULA MILITAR COLOMBIANA
La Procuraduría General de Colombia ordenó este sábado archivar una investigación disciplinaria que inició en febrero pasado contra el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, y miembros de la cúpula militar por presuntas faltas disciplinarias cometidas durante una visita de guerrilleros de las FARC a una población en el Norte del país.
Los hechos investigados se remontan al 18 de febrero, cuando varios negociadores de paz de las FARC, acompañados por decenas de guerrilleros fuertemente armados, participaron en un acto público en Conejo, caserío del municipio de Fonseca, en el departamento de La Guajira (Norte), e incluso estuvieron en un colegio.
El pasado 29 de febrero, el entonces procurador general, Alejandro Ordóñez, explicó que se inició la investigación “por conductas que posiblemente constituirían faltas disciplinarias”.
La Procuraduría señaló en su decisión de archivar la investigación, que la conducta imputada a Villegas “no existió”, según detalló el Ministerio de Defensa en un comunicado.
Según esa cartera, la decisión también cobija al comandante de las Fuerzas Militares, general Juan Pablo Rodríguez; al comandante de la Primera División, general Jorge Enrique Navarrete Jadet; al comandante de la Décima Brigada Blindada, general Pablo Alfonso Bonilla Vásquez, y al comandante del Ejército, general Alberto José Mejía.
