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Mañana, los concejales de la Junta Municipal de Ciudad del Este se reunirán con los empresarios del transporte para debatir sobre la suba ilegal del pasaje de G. 2.500 a 2.900. El concejal Miguel Prieto (Indep.) dijo que el jueves mantuvo una reunión con los transportistas, pero que no se pudo tratar sobre el precio en el que quedaría, debido a que la mayoría de los ediles se encontraba ausente.
CIUDAD DEL ESTE.- El titular del pleno afirmó que durante la reunión realizada la semana última no se debatió con los transportistas el precio en el que debería llegar el pasaje. Afirmó que se habló de la necesidad de que los empresarios agremiados a la Asociación de Empresarios del Transporte de CDE (Asetrapace) soliciten, mediante una nota dirigida a la Junta, un incremento en el precio del boleto, debido al aumento del costo del combustible. Explicó que los transportistas pagan G. 250 más por litro del carburante, en comparación con Asunción, debido al precio del flete.
“Es un tema que será analizado el lunes entre todos los transportistas y los concejales, porque ellos presentarán sus gastos. Lo más probable es que el pasaje queda a G. 2.700”, expresó el concejal.
Los ediles salieron al paso de la suba del pasaje de G. 2.500 a 2.900, luego de más de un mes de que los empresarios aumentaron el costo por el pasaje, que en la práctica se cobra G. 3.000, sin contar con la autorización del legislativo municipal y de la Municipalidad local. Sin embargo, ningún ómnibus fue llevado al corralón por violar la ordenanza vigente, que estipula el precio del pasaje, por lo que también consideró de llamativa la actitud de Sandra McLeod de Zacarías, que nunca se expidió sobre el tema.
Los empresarios del transporte subieron el precio del boleto de manera considerable, mientras el servicio que ofrecen deja mucho que desear. Los mismos se habían comprometido a mejorar sus unidades, pero la mayoría sigue en deplorable estado.
Aún se siguen viendo colectivos varados por las calles que dejan a sus pasajeros a mitad de camino. Los usuarios también se quejan de la falta de cumplimiento en la frecuencia, por lo que padecen largas esperas.
