WASHINGTON. Estados Unidos abrió a partir de este lunes el acceso a la vacuna contra la COVID-19 para todos los estadounidenses, sin distinción de franjas de edad.
En un discurso pronunciado el pasado 6 de abril, el presidente de EE.UU. Joe Biden, dispuso que el lunes 19 de abril sería la fecha límite para que todos los Estados del país liberen el acceso a la vacuna y empiecen a administrarlas a todos los ciudadanos.
Mientras tanto, la mitad de los adultos estadounidenses han recibido al menos una dosis de la vacuna, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la agencia federal de Estados Unidos para la protección de la salud.
En concreto, el 50,4% de los mayores de 18 años está parcialmente inmunizado y el 32% está totalmente vacunado, cifra que se eleva al 65,9% para los mayores de 65 años. En total, más de 131,2 millones de estadounidenses han recibido al menos una vacuna en los Estados Unidos.
Sin embargo, y a pesar de la campaña de vacunación a tasas récord, 21 estados han visto recientemente crecer el número de infecciones por COVID-19 en al menos un 10%, en gran parte debido a la flexibilización o el levantamiento de las restricciones.
Al 16 de abril, Estados Unidos registró un promedio de alrededor de 70.000 casos por día, un aumento del 8% en el espacio de 14 días, con un aumento de las hospitalizaciones (+ 9%). Sin embargo, las muertes se redujeron en un 12% durante este período.
El aumento de los nuevos casos diarios llevó al médico científico más reputado en Estados Unidos, Anthony Fauci, a advertir el domingo que el país permanece en una “posición precaria”.