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ASUNCIÓN. El presidente de Copaco, Óscar Stark, aseguró que el objetivo del Gobierno no es privatizar la telefónica estatal sino reducir costos y achicar la institución para cubrir los pasivos dejados por la administración anterior.
Copaco enfrenta una de sus mayores crisis financieras y la semana pasada corrió el rumor de que la intención del Gobierno de Santiago Peña era ponerla a la venta, lo que fue desmentido por Stark, quien, por el contrario, aseguró que “el rol estatal de la telefónica es el de cumplir con el desarrollo económico del país, a través de la conectividad en las escuelas, comisarías, centros de salud y todas las instituciones públicas en general. Ese rol es universalizar la conectividad a todas las instituciones del país. Queremos una Copaco mucho más chica”.
“El presidente de la República, Santiago Peña, me transmitió que esta institución debe ser parte del desarrollo económico, a través de la conectividad. Si bien Copaco tiene el monopolio del servicio básico de telecomunicaciones, hay otros servicios como los que ofrece Vox, que sí podría contar con participación del sector privado en algunos negocios específicos, o inclusive la posibilidad de vender alguno de esos servicios”, añadió.
Sobre la situación financiera de Copaco, detalló que solo en 2023, la institución perdió G 200.000 millones y que de ese monto, G 95.000 millones se generaron por un solo artículo del contrato colectivo. Por ende, uno de los primeros objetivos de Stark es negociar el contrato colectivo y renovar un contrato que tiene como resultado la sostenibilidad de la empresa.
Otro punto que tiene como prioridad es reducir la cantidad de trabajadores en Copaco, por la sobrepoblación. “Copaco tiene mucho más empleados de los que necesita”, sostuvo. Actualmente, cuentan con 2.653 empleados y eso hace que el 88% de la facturación se destine al pago de salarios, que ronda el 40% del total. Una proporción que causa el desfalco actual.
Por otro lado, comentó que Vox, que es una sociedad aparte, cuenta con 250 empleados, un poco más razonable, ya que los trabajadores no ingresan por contrato colectivo. Aunque acotó que, por las labores de la empresa, podría tener menos trabajadores sin perjudicar el servicio.
