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En una nueva medida para profundizar la limpieza en la imagen del Vaticano, Francisco aprobó un motu proprio (documento papal) que completa la reforma de los organismos que se ocupan del control, vigilancia y administración de los bienes de la Santa Sede.
CIUDAD DEL VATICANO.- “Los bienes temporales que la Iglesia posee están destinados a conseguir sus fines propios: sostener el culto divino, sustentar honestamente al clero y demás ministros, y hacer las obras de apostolado sagrado y de caridad, sobre todo con los necesitados. Consecuentemente, la Iglesia siente la responsabilidad de colocar la máxima atención para que la administración de los propios recursos económicos esté siempre al servicio de esos fines”, subraya el motu proprio, con fecha del 4 de julio y publicado el sábado.
Un motu proprio es un documento de la Iglesia Católica emanado directamente del Papa, por su propia iniciativa y autoridad. Contiene la promulgación de una ley particular, que modifica y perfecciona la Constitución Apostólica.
El documento establece en detalles la distinción entre el control y la vigilancia, por una parte, confiada a la Secretaría para la Economía, y la administración de los bienes, por otra, bajo la tutela de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA).
El nuevo documento legislativo, subraya un comunicado, tiene intenciones de continuar por el camino ya emprendido con el motu proprio “Fidelis dispensator et prudens”, de febrero de 2014. El Papa había instituido en ese documento tres nuevos organismos: el Consejo para la Economía, la Secretaría para la Economía y la Oficina del Revisor General. Las respectivas competencias de estos organismos fueron precisadas luego en los estatutos de febrero de 2015, que ya preveían el retorno al APSA de la gestión y administración de los bienes, incluyendo los inmuebles y la competencia de la Secretaría para la Economía en materia de vigilancia y control sobre criterios de corrección.
“El principio fundamental que está en la base del motu proprio es el de asegurar la distinción neta e inequívoca entre el control y la vigilancia, por una parte, y la administración de los bienes, por la otra”, señaló el comunicado.
