El apoderado general de la ANR Eduardo González aseguró que la diferencia entre el presidente electo Santiago Peña y Efraín Alegre fue tan abismal que es absurdo hablar de fraude.
“El proceso electoral está culminado. No se presentó una sola prueba de fraude y la gente de Cruzada Nacional participó; todo fue normal”, aseguró en Radio Cáritas.
Indicó que el Gobierno será responsable “de cualquier hecho de violencia que no pueda ser controlado. Hay que resguardar la seguridad de la ciudadanía”.
Según González, Alegre “es un oportunista político. Qué sucedió con su TREP paralelo y con los controles en las mesas. “Este es un grupo de inadaptados, para protestar tenés que tener pruebas. Las Juntas Cívicas estaban manejadas por la oposición”.