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El Senado no pudo sesionar ayer por falta de quórum. Si bien en el orden del día figuraban solamente 3 temas, bien podía plantearse sobre tablas el veto del Ejecutivo a la Ley que subsidia las deudas vencidas de los campesinos. Pero no hubo caso. Es otra semana sin definición sobre el tema, lo que hace que cualquier mecanismo que permita una solución siga congelado.
ASUNCIÓN.- Solamente 7 de los 45 senadores se tomaron la molestia de acercarse hasta la sala de sesiones de la cámara para cumplir con una de las principales obligaciones que les exige la Constitución Nacional, participar de las sesiones plenarias.
Es tan ridícula la cifra de los que estuvieron presentes que no se puede atacar a ninguna bancada en particular, ya que todas decidieron hacer pito catalán a la sesión. Por lo tanto, aquí no se trata de alguna persecución o intención de perjudicar a la mesa directiva, sino lisa y llanamente, los senadores decidieron que es mejor hacer campaña proselitista buscando su reelección que perder el tiempo en una sesión que, de todos modos, solamente tenía 3 temas en el orden del día.
Pero, aunque no figuraba en el orden del día, el veto del Ejecutivo al subsidio bien podía plantearse como una moción para que se trate sobre tablas. De hecho, era lo que se pensaba que iba a hacer el “grupete” que sigue insistiendo en que el gobierno subsidie las deudas de los campesinos.
Por supuesto, no hubo caso. Y cualquiera podría pensar que no hay quórum porque no hay votos para el rechazo del veto, algo que quieren lograr quienes apuestan al subsidio “porque les preocupa la situación de los campesinos”. Error. Ellos saben que, tarde o temprano, el veto va a ser rechazado, si no por el Senado, por Diputados. Pero saben también que mientras no asuman una posición al respecto (tienen 60 días de plazo y les queda todavía la mitad) podrán utilizar el tema como muletilla para presionar algún tipo de negociación.
Pero, lo que es peor, saben muy bien también que con esta indefinición, quienes realmente salen perjudicados son los campesinos a los que dicen defender, porque hasta tanto no se sepa qué va a pasar con la Ley del subsidio, no hay posibilidades de que se instale una mesa de negociación para buscar una salida que beneficie a los compatriotas. Así que lo que realmente queda claro es que a los senadores les importa un pito el tema de las reivindicaciones sociales y las necesidades de la gente del campo.
