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ASUNCIÓN. La empresaria Rommy Ahlers, del rubro peluquería y estilista, pronostica un sendero muy complicado para el sector a medida que se flexibilice la cuarentena sanitaria y los trabajadores del ámbito vuelvan a trabajar, aunque bajo nuevas circunstancias. Una de las primeras consecuencias para el cliente sería la remarcación de precios de los servicios.

La estilista con más de 50 años de experiencia en la actividad advirtió, por ejemplo, que la tolerancia y la aceptación del pago de solo 40% del costo de los alquileres, en este momento, será un factor que muy rápidamente podría convertirse en fuente de agudo conflicto entre propietarios e inquilinos (peluqueros).

Añadió que estima en 5.000 la cantidad de trabajadores afectados en este sector y que la mayor fuente de angustia, para cuando se habilite el retorno a la actividad, es que la atención a los clientes deberá ser reorganizada de manera dramática, por un lado, y, por el otro, la exigencia de los dueños de salones para cobrar los alquileres atrasados o cuyo pago se disminuyó o fraccionó.

En lo que hace a la fuerza laboral, Ahlers indicó que se deberá trabajar por turnos y que los clientes ya no podrán acudir en masa a los salones, sino que se deberán agendar turnos.

“Los compromisos que tenemos se volvieron difíciles de cumplir. No solo lo difícil que es, sino lo difícil que va a ser. Las personas que pagamos alquileres. Cuando comencemos el trabajo, a un 50% de ritmo, hay un 90% de salones que son alquilados, es la parte más preocupante”, mencionó.

Añadió que tal vez se debería pensar en reducir el impuesto inmobiliario a los propietarios de salones para que estos también puedan absorber la falta de cobro de alquileres en su totalidad.

En lo que hace a los precios de los servicios, finalizó poniendo énfasis en que “segurísimo habrá remarcación de precios o sino se van a vaciar los salones”.