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En un reciente ensayo titulado “¿Quién secuestró a los maestros?”, la profesora mexicana Lucrecia Rego de Planas expone una preocupante realidad en la educación contemporánea, planteando una pregunta crucial: ¿Por qué los niños ya no aprenden a leer y escribir?
A través de un análisis comparativo entre el desempeño académico de sus hijos y una profunda reflexión sobre el sistema educativo actual, Rego de Planas revela un deterioro alarmante en la calidad de la enseñanza. Según sus observaciones, los niños están aprendiendo menos en la escuela y las tareas escolares se han vuelto interminables y tediosas.
El ensayo señala tres influencias que considera “mortíferas” para la educación: los contadores, los psicólogos y los pedagogos. Rego de Planas argumenta que la presencia cada vez más predominante de psicólogos en las escuelas ha llevado a una tendencia de buscar problemas en cada alumno, lo que ha generado una cultura de excusas y falta de responsabilidad.
En el caso de los psicólogos de las escuelas, LRP lo explica así:
“Si ven a un niño tímido, seguramente fue un niño no deseado por su madre.
Si ven a un niño flojo, es que su madre no le presta atención.
Si ven a un niño soñador y pensativo, seguro tiene ADHD [trastorno de déficit de atención con hiperactividad].
Si ven a un niño inquieto y activo, quiere llamar la atención.
Si ven a un niño solitario, es porque se siente rechazado.
Si ven a un niño que obtiene puro sobresaliente, seguro es porque lo presionan demasiado en su casa.
Si reprueba varias asignaturas, es porque está pasando por un momento de tensión familiar.
Si no sabe escribir, tiene dislexia. Si hace los números al revés, tiene dislalia; si no sabe sumar, discalculia. Si no quiere correr, distrofia.
Si come rápido su almuerzo a la hora del recreo, es ansiedad. Si no se lo come, anorexia.”
O sea, todos tienen algo, todos necesitan terapia, pero, sobre todo, todos tienen alguna justificación si fallan en la escuela.
Asimismo, critica la influencia de los pedagogos, quienes, según ella, han desacreditado a los maestros tradicionales y han enfocado la enseñanza en métodos poco efectivos.
El ensayo también cuestiona la tendencia actual de priorizar la creatividad y el entretenimiento sobre la transmisión de conocimientos sólidos. Rego de Planas argumenta que la memoria y la transmisión de conocimientos son fundamentales para el aprendizaje, y critica la falta de exigencia en la evaluación de los alumnos.
Ante esta preocupante situación, Rego de Planas hace un llamado a los padres para que estén alerta sobre el estado de la educación de sus hijos y propone rescatar a los maestros tradicionales que han sido marginados por las tendencias educativas actuales.
