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ASUNCIÓN. En conferencia de prensa, el ministro de Salud, Julio Mazzoleni, volvió a decir que, si bien no está en los planes actuales el retroceso en las fases de la cuarentena, sigue siendo la última opción si la situación se descontrola.

A pesar del aumento considerable de casos positivos en diferentes zonas del país y de la cantidad de fallecidos que ya hay en los primeros días de agosto, que ya superan el total de julio, la situación no está desbordada, según Mazzoleni, quien dijo que el retroceso en las fases es una discusión que “se ha barajado a lo largo de la pandemia, pero no hay una cuestión concreta. Sí estamos estudiando todo tipo de medidas para evitar la propagación. El retorno o retroceso de fases no se aplica por una intención y hoy nosotros contamos con herramientas sofisticadas y está en manos de la gente evitar tal situación”.

Insistió con que las medidas de prevención más efectivas son el uso de tapabocas, distanciamiento social y trabajo en cuadrillas, posibilidades que están al alcance de la gente y pueden influenciar en la curva de los contagios.

“Estos retrocesos de fase no son una cuestión simpática que uno quiera hacer, en realidad deberíamos dejar como última medida, porque son medidas drásticas, insostenibles en el tiempo, sirven para dar un golpe, pero después se deben sostener con otras medidas”, manifestó.

En cuanto a la situación en Alto Paraná, afirmó que “el departamento está exigido al máximo y hay que entender que termina afectándonos a todos y tenemos que continuar con las medidas preventivas para contener”.

Son 14 los laboratorios de Salud Pública habilitados para la toma y procesamiento de muestras, según el ministro, quien añadió que “el aumento gradual de las muestras se va a ir dando y solo nos falta activar el laboratorio de Ciencias de la Salud, que tiene algunos requerimientos, y después ya vamos a tener la capacidad total del ministerio”.

Negó que el sistema de salud se haya quedado alguna vez sin reactivos, sino que el problema fue de proporciones en los test. “Antes hacíamos menos de 50 test y nuestro objetivo fue de 1.000, hoy estamos por arriba de 2.000 y la demanda es muy alta. Uno se va adaptando, pero tampoco teníamos la capacidad instalada; hoy estamos creciendo y tratando de dar respuesta”, expresó.