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ASUNCIÓN.- Continúan las repercusiones de la cena y partida de “truco” realizada días atrás, en la que participaron el senador Fernando Lugo y el canciller Euclides Acevedo, justo poco después de que este anunciara su renuncia a Relaciones Exteriores para competir en las elecciones del año próximo.
Aunque los voceros oficiales presumen que la concertación opositora va por buen camino, las apetencias personales parecen dificultar bastante el diálogo y un eventual acuerdo sobre el modo en el que se elegirá a quien encabezará la chapa presidencial para el 2023. El problema es que cada sector tiene su candidato propio y, como es habitual en la oposición, les cuesta bastante renunciar en favor de un proyecto que convenga a todos.
Aunque hasta ahora no se reintegraron a la mesa de la oposición, los dirigentes del Frente Guasu también dicen apostar a la concertación, pero en el mismo sector de izquierda enfrentan el problema de tener 2 candidatos a encabezar la chapa, Esperanza Martínez y Sixto Pereira. El problema ahora parece mayor, ya que la competencia no será solamente entre ellos dos ya que con la renuncia de Acevedo se sumaría un tercero en discordia.
Aunque el canciller insistió en que el encuentro fue solo para jugar al truco porque Lugo “es un buen mentiroso”, algunas fuentes señalan que en el encuentro, el senador se mostró más que satisfecho con la candidatura de Acevedo, la que apoyaría dejando de lado a sus compañeros.
Estas mismas fuentes afirman que si la candidatura de la concertación se decide a padrón abierto, las chances de Acevedo son bastante altas, incluso más que de algún liberal, más aún si cuenta con el apoyo de Lugo, quien sigue siendo el peso pesado de la izquierda.
